La Comisión Europea ha dicho este jueves que Gaza es «parte integral de Palestina» y ha defendido la solución de los dos Estados, en respuesta a la propuesta Donald Trump, que el pasado martes tras una reunión con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dijo que Estados Unidos tomaría el control de la Franja.
Gaza es parte integral de Palestina, la paz en Oriente Próximo pasa por garantizar la solución de los dos Estados, Israel y Palestina, en igualdad de condiciones, y no debe haber más desplazamientos forzados. Ese es el mensaje de Bruselas a las declaraciones del presidente de EEUU sobre la expulsión de los dos millones de personas que residen en el enclave.
El Ejecutivo comunitario ha tardado casi 48 horas en reaccionar, y lo ha hecho a través de un portavoz. No han sido ni la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ni el presidente del Consejo, Antonio Costa, ni la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, sino un portavoz. Ninguno de los líderes de las instituciones de la Unión Europea (UE) se ha pronunciado aún.
«La EU continúa firmemente comprometida con la solución de los dos Estados, la cual consideramos que es el único camino para lograr la paz a largo plazo entre israelíes y palestinos», ha dicho el portavoz de la Comisión para la política exterior, Anouar El Anouni. El Anouni ha insistido en que Gaza es parte integral de un futuro Estado Palestino. También que la propia presidenta de la Comisión ha defendido en el pasado que «no debe haber más desplazamientos forzados».
La declaración contrasta con la de algunos países miembros, que han sido más duros. Tanto Francia como Alemania han advertido en sendos comunicados de sus ministros de Exteriores que el desplazamiento forzado de la población sería «inaceptable» y supondría una violación grave del derecho internacional. Los franceses han ido más lejos y han rechazado que un tercer país tome el control de la Franja.
Los Veintisiete ante Trump
No es la primera vez que en los apenas 15 días que Trump lleva en el cargo hace declaraciones parecidas. Hace una semana, el presidente de Estados Unidos llamaba a desplazar a la población de Gaza a Egipto y Jordania. Cuando Kallas fue preguntada al respecto en dos ocasiones, antes y después del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE el pasado lunes, el mensaje fue calcado.
La jefa de la diplomacia europea tiene un guion para la región y se ciñe a él palabra por palabra. «Los palestinos han sufrido mucho. Y tanto los israelíes como los palestinos se merecen la paz», dijo Kallas tras la última reunión de los ministros de Exteriores la pasada semana. Sin responder directamente, la estonia se limitó a destacar la importancia del alto el fuego, y la necesidad de que haya un acuerdo permanente para que cesen las hostilidades y pueda construirse una paz duradera en torno a la solución de los dos Estados. El mensaje es prácticamente el mismo desde que llegara al puesto, independientemente de la situación en el terreno.
El contraste es notable respecto a su predecesor, Josep Borrell, que fue mucho más duro y más crítico con el Gobierno de Netanyahu. Pero lo cierto es que esto no siempre sentó bien entre las capitales, que en ocasiones lamentaban que el exjefe de la diplomacia europea expresaba su opinión como si fuera la de los Veintisiete.
Pero la consigna en Bruselas es no reaccionar a cada provocación de Trump, sino a decisiones y planes concretos. La política exterior de la UE se define por unanimidad. Esto, habitualmente, supone ya un reto. Y con un presidente de Estados Unidos que plantea ideas con serias consecuencias en cada rueda de prensa, todavía más.