La fractura interna en Nueva Canarias (NC) provoca que también haya una división en el grupo de los ocho consejeros que tiene la formación en el Cabildo de Gran Canaria. Junto a Teodoro Sosa, tanto Raúl García Brink como Minerva Alonso se han inclinado a favor de la renovación aunque, a diferencia del líder del BNR, ellos sí pertenecen a NC y una posible salida del partido de ambos los situarían como consejeros no adscritos, posición que conllevaría dificultades para la gobernabilidad del Cabildo ya que perderían parte de sus derechos, entre ellos estar liberados para sus ocupaciones públicas y contar con un sueldo a cargo de la Corporación insular.
En el bando de los oficialistas se sitúan Carmelo Ramírez -también secretario de Organización de NC-, Inés Miranda y Pedro Justo. El consejero de Agricultura, Miguel Hidalgo, ha intentado mantener un perfil bajo en la guerra abierta en NC y ha preferido no posicionarse públicamente, si bien hay imágenes que le sitúan con dirigentes del sector renovador.
El estancamiento en el que se encuentra el pacto de no agresión para garantizar la gobernabilidad de las instituciones donde conviven ambos sectores ha acelerado la búsqueda de una solución específica para el Cabildo con la intervención directa del presidente Antonio Morales, cuya figura política respetan tanto los renovadores como los oficialistas. Dirigentes de ambos sectores se han pronunciado a favor de centrarse en gestionar las competencias de la institución insular y dejar las disputas políticas de puertas para afuera, con el fin de que no afecten al día a día del Cabildo.
La ley no considera tránsfugas a los partidos que se van de la coalición con la que fueron a las elecciones
Desde el punto de vista legal, la salida de Teodoro Sosa de NC no afecta a su estatus como consejero del grupo de gobierno porque la legislación castiga a los que abandonan el partido con el que se presentaron a las elecciones o a los que son expulsados del mismo, pero no a las candidaturas presentadas como coalición electoral y alguno de los partidos políticos que la integran decide abandonarla. Es el caso del BNR y otras formaciones que concurrieron a los comicios de mayo de 2023 al Cabildo bajo la fórmula NC-Frente Amplio, en la que se unieron varios partidos independientes respaldando la lista encabezada por el presidente insular, Antonio Morales, que también forma parte de una organización autónoma dentro de NC -Roque Aguayro- que tiene el lunes convocada una asamblea para votar la salida de la formación canarista. La jurisprudencia del Supremo tampoco considera transfugismo el abandono de un partido de la coalición con la se presentó a los comicios.
Lo que sí puede cambiar es la portavocía que ostenta Sosa de NC en el Cabildo, que podría ser revocada por los consejeros fieles a la formación canarista.