La tercera jornada del juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por haber dado un beso a la jugadora Jenni Hermoso tras ganar el Mundial comenzó con la renuncia de su defensa al testimonio de sus dos hijas, Lucía y Ana Rubiales Delicado, previsto en un principio para el próximo día 10.
La abogada de Rubiales, Olga Tubau, solicitó la palabra al comenzar la sesión para anunciar que renunciaban al testimonio de ambas, al no considerarlo ya necesario para defender sus intereses. Durante su declaración, Jenni Hermoso manifestó que Rubiales había apelado a sus hijas que lloraban al final del avión para tratar de convencerla de que saliera a quitar hierro al beso que le había dado.
La renuncia de ambos testigos supondrá que el calendario de sesiones se rehaga, porque el día 10 otra defensa ya había renunciado a otro testigo y eso supone que ese día solo queden dos personas por comparecer, una de ellas la actual seleccionadora nacional, Montse Tomé.