Begoña está moviendo cielo y tierra para sacar a Andrésde la cárcel. Sabe que es inocente y qué él no es el asesino de Víctor.
Además, está convencida de que María oculta algo y que, si dice todo lo que sabe, podría tener la clave para sacar a Andrés de prisión.
Begoña presiona a María y la joven le acaba confesando que Víctor la besó y que se obsesionó con ella.
María le insiste en que ese beso no significó nada y que no se lo contó a Andrés, algo que Begoña agradece que no lo hiciera porque si no lo habría contado a la Guardia Civil y hubiese empeorado las cosas porque le haría mucho más culpable.
Begoña empieza a tener cada vez más claro que alguien le tendió una trampa a Andrés.