La noticia podría haber sido que Donald Trump Jr. había visitado Italia. Pero cuando trascendió que el hijo del nuevo presidente de Estados Unidos estuvo en diciembre pasado cazando una especie protegida de aves en la famosa laguna de Venecia, ciudad Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1987, la indignación se extendió como la pólvora entre los ciudadanos y algunos políticos.
Las imágenes han quedado plasmadas en un vídeo, que se volvió viral este martes y ha sido republicado por varios diarios del país. En él, Donald Trump Jr., vestido de pies a cabeza con uniforme militar, empuña un largo fusil y, actuando como si estuviese en un escenario de guerra, dispara repetidamente contra varios patos. A continuación, el hijo de mandatario estadounidense alardea de sus «trofeos», entre ellos ejemplares de casarca (Tadorna ferrugginea), un tipo de pato perteneciente a la familia Anatidae, muy raro en Europa.
Unas imágenes, estas, que han sido suficientes para que estallara el escándalo en Italia, donde los grupos ecologistas son muy activos. Tanto es así que las críticas más feroces procedieron precisamente de un ecologista, Andrea Zanoni, concejal véneto de Europa Verde, y que incluso denunció al vástago de Trump ante la justicia italiana.
El Parlamento, consultado
«En el vídeo, se ve a Trump J. con un ejemplar de [pato] casarca en primer plano. Es un animal protegido por la directiva Aves de la Unión Europea y por la legislación italiana en materia de protección de la fauna silvestre», ha explicado Zanoni. «El Véneto [la región de Venecia] no es de propiedad de Estados Unidos», ha continuado el político antes de preguntar quién autorizó Trump Jr. a cazar aves en Venecia.
Europa Verde también ha presentado una petición para que el ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin, acuda a dar explicaciones al Parlamento. Una solicitud que acabado forzando a Fratin a pronunciarse sobre el caso. «He leído la noticia pero no sé nada, ni cuándo pasó ni cómo. Por eso he pedido una investigación», les respondió Frattin.
Las dos principales formaciones de la oposición, el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, también han respaldado las quejas de los verdes. «Es un hecho gravísimo. La caza de especies protegidas es un delito», ha dicho, por ejemplo, la diputada Luana Zanella.
Según la ley italiana, la caza está prohibida para los no residentes sin autorizaciones específicas, y el área en la que supuestamente se llevó a cabo la cacería forma parte de la Red Natura 2000, una zona especial de conservación sujeta a estrictas protecciones ambientales.