Cada 4 de febrero, el mundo conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una enfermedad con una incidencia a alza debido, sobre todo, al envejecimiento de la población y la exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol o la contaminación. El cáncer es como una nube tóxica que se extiende y extiende, sobre todo entre personas mayores de 65 años, lo que complica el final de sus días. Pero a los oncólogos les preocupa, además, otra tendencia: el aumento de casos en adultos jóvenes, en algunos tipos de tumores, por causas que aún no están claras, aunque la evidencia indica que guardan relación con el estilo de vida actual.
Uno de los estudios más concluyentes al respecto ha sido publicado por la revista BMJ Oncology. La macroinvestigación, que se basa en datos de 204 países, revela que los tumores en personas menores de 50 años se han disparado un 79% en las últimas tres décadas (entre 1990 y 2019) y las muertes en cánceres de aparición temprana un 27,7%. Aunque hay mucha variabilidad entre países y puede haber una infranotificación en países en vías de desarrollo, la investigación indica que el aumento se produce, sobre todo, en los países ricos y que la tendencia continuará en los próximos años.
Una investigación internacional revela que los tumores en personas menores de 50 años se han disparado un 79% en las últimas tres décadas
A su vez, un estudio publicado en la revista The Lancet Public Health muestra que los miembros de la generación milenial (los nacidos entre 1982 y 1994) tienen mayor riesgo de padecer esta patología que sus padres y abuelos. Con datos de EEUU, el trabajo revela que el riesgo de incidencia de cáncer de páncreas, riñón e intestino delgado es hasta tres veces mayor en los nacidos en 1990 que en los que llegaron al mundo a mitad del siglo pasado.
Un estudio en EEUU indica que la generación milenial (los nacidos entre 1982 y 1994) tiene mayor riesgo de padecer esta patología que sus padres y abuelos
En España no hay investigaciones de esta naturaleza. Los datos más aproximados son de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que en su informe anual pronostica que este año se diagnosticarán 296.103 nuevos tumores, un 3,3% más que en 2024. De ellos, 16.508 en menores de 45 años, lo que supone solo el 5% pero van al alza, son 500 casos más que el número estimado para 2024.
Los más frecuentes
Por otro lado, el observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) muestra un aumento de la tasa -de nuevos casos en menores de 50 años por 100.000 habitantes- de 94 en 2012 a 102 en 2024. Pero son estimaciones porque no existe un registro de datos nacional, que permita constatar la evolución. La Red de registros en cáncer está realizando un estudio sobre incidencia en jóvenes, pero aún no hay resultados.
En cualquier caso, las tendencias mundiales también se observan en España. Y los datos indican que los tumores tempranos más frecuentes son de mama, tiroides, cervix, colon, páncreas, melanoma, testículo y linfomas. El más habitual es el de mama, «responsable de más de un 30% de los casos, por lo que los tumores a edades tempranas son más frecuentes en mujeres», mientras que a partir de los 65 años aparecen con más asiduidad en hombres, según explica Isabel Echavarría, secretaria científica de SEOM y oncóloga del Hospital Gregorio Marañón.
No obstante, las causas aún no están claras y la comunidad científica está intentando entender el fenómeno, desde su dimensión hasta sus orígenes. El motivo es que el cáncer no es una enfermedad única y su aparición responde a múltiples factores. «En las personas mayores, el envejecimiento es el factor de riesgo principal, pero el aumento de casos en jóvenes es algo más complejo de explicar», indica a su vez Elías López, oncólogo radioterapeuta de la AECC.
Estilo de vida
La mayoría de investigaciones apuntan al estilo de vida de las sociedades occidentales actuales como una de las causas principales, dada la dieta poco saludable, el sedentarismo, la obesidad, la contaminación, el consumo de tabaco o alcohol o el estrés. Por ejemplo, diversos estudios apuntan a que un mayor consumo de carnes rojas y procesadas está relacionado con el cáncer de colon, que es uno de los tumores en jóvenes al alza, hasta el punto de que se ha acuñado el término early onset colorectal cancer.
La evidencia indica que el aumento de cánceres en adultos jóvenes responde a la mala alimentación, la obesidad, el sedentarismo, el estrés o la exposición al sol
Otra posible causa es la exposición a sustancias químicas como PFAS, que se encuentran en todo tipo de productos, desde cosméticos hasta envases de alimentos, que podrían aumentar los niveles de estrógenos y, su incremento, guardar relación con el cáncer de mama. Este tipo de cáncer está relacionado también con una disminución y retraso global de la fertilidad, dado que retardar los embarazos y la lactancia incrementa el riesgo.
En cuanto al cáncer de piel, está relacionado con la exposición excesiva al sol. Ahora hay más conciencia del peligro que conlleva, pero hace unos años era habitual tomar el sol durante horas y con apenas protección, de ahí el aumento del número de melanomas, que también está relacionado con que una mayor sensibilidad hacia este problema ha aumentado la detección.
Un 10% del cáncer de pulmón se diagnostica en menores de 40 años y está menos relacionado con el tabaco y más con el radón, la contaminación y las alteraciones genómicas
Los cribados
En cuanto al cáncer de pulmón, en torno al 10% se diagnostican en personas por debajo de 40 años y son cánceres de una «entidad biológica diferente al de las personas mayores», según explica Bartomeu Massuti, secretario del Grupo de Cáncer de Pulmón (GECP) y jefe de oncología del Hospital de Alicante. Están menos relacionados con el tabaco y más con el gas radón, la contaminación ambiental y las alteraciones genómicas.
Ante el aumento de cánceres de aparición temprana, se ha abierto el debate sobre la pertinencia de adelantar los cribados en cáncer de mama y colon. La UE y EEUU han recomendado que en mama se inicien a partir de 40 o 45 años, directrices que aún están en estudio dado que las pruebas no son inocuas y hay que maximizar el riesgo-beneficio. Precisamente, el aumento de diagnósticos en jóvenes también obedece, según subraya el doctor López, a la mejora de las técnicas diagnósticas, que permiten detectar cánceres en estados más iniciales y, por tanto, con más posibilidad de supervivencia. Otro factor fundamental en la lucha contra la temida enfermedad.