El proceso de renovación territorial del PSOE está siendo también un proceso de centralización del partido. Los cargos en la cúpula de Ferraz ratificados en el último congreso federal que compatibilizan asiento en las federaciones territoriales se suceden, diluyendo el espíritu federal del partido. Incluso tres secretarios generales autonómicos forman parte de la ejecutiva federal: María Jesús Montero (Andalucía), Pilar Alegría (Aragón) y Francisco Lucas (Murcia).
Una situación sin precedentes y que los propios estatutos limitan. Pese a ello, en Ferraz trasladan que no hay intención de retocar la ejecutiva para evitar incompatibilidades y que liderar o formar parte de la dirección de una federación regional «no quita estar en la ejecutiva». Ni siquiera en el caso de la vicesecretaria general, número dos de la formación que ha tomado las riendas de los socialistas andaluces.
A la espera de concretarse el equipo que la rodeará, Juanfran Serrano está llamado a tener un puesto clave, que compatibilizaría con ser el número dos en la secretaría de Organización de Ferraz. La nueva vicesecretaria general del PSPV, Tania Baños, también pertenece a la ejecutiva federal. En la dirección ratificada este fin de semana por Diana Morant se incluye a Víctor Camino, igualmente con asiento en la federal, aunque su puesto en esta última es no nato como secretario de las Juventudes Socialistas.
Los estatutos del partido salidos del 41 congreso federal señalan que “será incompatible simultanear un cargo en las Comisiones Ejecutivas Provinciales, Insulares, Regionales, de Nacionalidad o Autonómicas con ser miembro de la Comisión Ejecutiva Federal”. En el mismo artículo se añade que “el respectivo Congreso a propuesta de la Secretaría General podrá excepcionar el cumplimiento del presente artículo hasta en un 10% de sus miembros”, lo que da margen de maniobra a Pedro Sánchez para encajar una situación sin precedentes.
En los congresos federales son recurrentes las enmiendas, sobre todo desde las Juventudes Socialistas, que abogan por intensificar la incompatibilidad de cargos orgánicos para preservar la máxima de una persona un cargo y, principalmente, no simultanear el regional con el federal. En el entorno de Montero se apresuraron a negar que los estatutos impidiesen mantener su cargo como vicesecretaria general con el de secretaria general de los socialistas andaluces.
Situación sin precedentes
Aunque en el partido se reconoce la disfunción orgánica por esta situación y aplazan el debate a después de los congresos regionales cuando se convoque un Comité Federal en el mes de abril, tratan de normalizarlo. La nueva ejecutiva todavía fue nombrada hace menos de seis semanas, en el congreso federal de Sevilla, pero están pendientes de ratificar las portavocías parlamentarias. La del Senado, además, la ocupa el todavía secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, quien dió un paso lado para allanar el camino a Montero y dejó en el aire sus futuras responsabilidades.
Los pocos precedentes de secretarios generales con asiento en la ejecutiva corresponden fundamentalmente a miembros no natos por estar al frente del Consejo Territorial (ahora Consejo de Política Federal). Este es el caso actual de Juan Espadas, además de por ser portavoz en el Senado, y lo fue del extremeño Guillermo Fernández Vara. Marcelino Iglesias también compatibilizó durante algo más de un año la secretaría general del partido en Aragón con la secretaría de Organización del PSOE, en la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
Alinear hojas de ruta
La centralización en el partido con la duplicidad de cargos a nivel estatal y regional se combina con un renovado esfuerzo por realinear a las federaciones con la hoja de ruta de Moncloa. Estos son los principales mensajes que viene lanzando Sánchez en su gira por las federaciones del PSOE en el marco de sus congresos regionales. Este fin de semana recalará en Valencia y Madrid, tras haber visitado Canarias, Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha.
«La fuerza de la igualdad es la fuerza del PSOE en Castilla-La Mancha y en toda España y yo, como socialista, lo tengo claro, bajo cualquier circunstancia, en todo lugar, siempre preferiré a un presidente socialista que a un presidente de derechas”, trasladó Sánchez en su intervención ante Emiliano García-Page. Ferraz ya evitó promover candidatos alternativos frente a Page, apelando a su mayoría absoluta, y se mantuvo al margen en las primarias extremeñas, aun sin negarse más afinidad con la rival de Gallardo. Donde sí ha habido más injerencia es en Andalucía y Madrid para allanar el camino sin primarias a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el ministro de Transformación Digital, Óscar López.