Es una Venecia de espectacular belleza arquitectónica, de fiestas y celebraciones masivas, pero también de escenas cotidianas en las que se retratan pequeños rincones de la ciudad o de sus alrededores, con figuras anónimas atareadas en sus labores. Las obras que se pueden ver desde este lunes y hasta el 11 de mayo en el Museo Thyseen-Bornemisza como parte de la exposición Guardi y Venecia en la colección del Museo Gulbenkian son un total de 18 óleos y un dibujo del que se considera, junto a Canaletto, el gran vedutista de la ciudad italiana y el último de los grandes nombres de la escuela de pintura veneciana. Todas (también hay un óleo de su hijo Giacomo) proceden del Museo Calaouste Gulbenkian de Lisboa, la gran colección de arte privada de Portugal, que mantiene importantes vínculos con el Thyssen desde hace años.

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