La directora de Fútbol Femenino, Ana Álvarez Mesas, declaró en la Audiencia Nacional que el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, le dio «una fuerte reprimenda» por no haber hablado con la jugadora Jenni Hermoso en relación con el beso que le había dado durante la recogida de las medallas que recibiendo como campeonas del mundo.

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