La Asociación Española de Data Centers, Spain DC, prevé que el mercado nacional de centros de datos captará 58.000 millones de euros en inversiones hasta 2030. España debido a su posición geográfica estratégica y al coste económico de la energía gracias al despliegue renovable se ha convertido en un destino prioritaria para multinacionales estadounidenses como Meta, Google, Oracle, IBM, Microsoft y Amazon. Estos gigantes tecnológicos han apostado por este país para construir una infraestructura indispensable para sostener internet, los servicios en la nube y los sistemas de IA. Como ejemplo, Amazon Web Services (AWS), la filial de servicios en la nube de la multinacional estadounidense de distribución, invierte 15.700 millones en cuatro megacentros de datos en Aragón que generarán 6.800 empleos. Sin embargo, los expertos alertan de que la multiplicación de los centros de datos en el país amenaza con disparar el consumo de energía para alimentar los servidores y de agua para refrigerarlos.
Los centros de datos han desatado una fiebre en la que compiten energéticas (Iberdrola, Endesa, Solaria y Repsol), constructoras (ACS, Ferrovial y Acciona), inmobiliarias (Merlin, Azora, Panatonni y AQ Compute) y grandes fondos de inversión (Blackstone, Macquarie y KKR). Incluso se anuncian megaproyectos sin una gran empresa detrás como ha ocurrido esta semana en Valencia con la iniciativa Digital Valley Comunidad Valenciana, que supuestamente conlleva una inversión de 2.200 millones y que va de la mano de una consultora de ventas (Sales4U).
Los centros de datos están tan condicionados por el suministro eléctrico que su tamaño no se mide por la cantidad de terabytes de información que procesan sino en megavatios (MW) de potencia eléctrica que necesitan para su funcionamiento. Cada MW de potencia de un centro de datos conlleva una inversión de 10 millones de euros. En España ya hay 143 instalaciones de este tipo.
1. ¿Qué es un centro de datos?
Un DC (por sus siglas en inglés) es un sistema informático para almacenar, resguardar y procesar datos a gran escala. En el caso de las pymes, suelen tener el tamaño de una pequeña oficina. En el de las big tech, pueden llegar a requerir miles de metros cuadrados. Los servidores son los equipos destinados al almacenamiento y procesamiento de los datos. Se usan para permitir el acceso a la información de forma remota a través de una conexión a internet y unas credenciales de acceso. Los equipos requieren de sistemas de refrigeración por lo que consumen mucha agua.
2. ¿Por qué es interesante España?
La apuesta de las multinacionales por España se debe a su buena conectividad, a la amplia presencia de cables submarinos de fibra óptica, a la posición geográfica estratégica que permite operar como un punto de encuentro entre varios continentes y al despliegue renovable. Compite con Irlanda , pero según los expertos la batalla la está ganando España por su energía renovable abundante y de bajo coste, y porque la red irlandesa se queda pequeña.
3. ¿Generan oposición?
Sí. El caso más evidente es el de Aragón, territorio donde más están creciendo los centros de datos en toda España. Las organizaciones ecologistas han presentado numerosas alegaciones a la tramitación ambiental y al Plan de Interés General de Aragón que supone cinco ampliaciones del complejo de centros de datos de AWS (Amazon Web Services) en cuatro municipios aragoneses. Los colectivos quieren «combatir la sensación de impunidad» que tienen las empresas tecnológicas.
Un centro de datos por dentro. / ‘activos’
4. ¿Qué proyecto tiene Amazon en Aragón?
Amazon Web Service ha apostado por Aragón para crecer con fuerza por el acceso a abundante energía renovable. El consumo energético de la Región Cloud de AWS en Aragón superará los 10.900 GWh por año (el equivalente a nueve veces la producción anual de una central nuclear como la de Cofrentes), según la información del estudio de impacto ambiental del Plan de Interés General de Aragón (PIGA), un documento que recientemente ha salido a exposición pública. La filial de servicios en la nube de Amazon invierte 17.500 millones en cuatro megacentros de datos que junto a los tres que ya tiene en funcionamiento en Aragón formarán una red que ocupará 400 hectáreas (una extensión equivalente a 800 campos de fútbol) y generarán 17.500 puestos de trabajo.
5. ¿Qué otros megaproyectos hay previstos en España?
Castilla-La Mancha aprobó en octubre un megaproyecto de centros de datos de Meta en Talavera de la Reina (Toledo). La empresa prevé iniciar las obras a principios de 2025. Este centro de Meta supondrá una inversión de 750 millones de euros, con la creación de 250 empleos directos y otros 300 durante el periodo de construcción, y abarcará 191 hectáreas en Torrehierro (a dos kilómetros de Talavera) y de las que 102 estarán ocupadas por el Data Center Campus (que es como se llama el proyecto). Meta pagó en diciembre 20,6 millones a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) por el terreno industrial para construir su macrocentro de datos. Será el cuarto centro que Meta levante en Europa, después de llevar a cabo las instalaciones de Dinamarca, Irlanda y Suecia.
6. ¿Qué impacto tienen?
De media, los centros de datos consumen 25 millones de litros de agua anuales, cifras que se disparan hasta los 700 millones de litros en los centros más grandes. Estos niveles de consumo se han intensificado con la inteligencia artificial generativa, una tecnología especialmente intensiva. Estos sistemas podrían consumir hasta un 33 % más. El elevado consumo inquieta a expertos y vecinos. El centro de datos de Google en The Dalles (Oregón, Estados Unidos) consume más de un cuarto del agua de la ciudad (16.000 habitantes). En los Países Bajos, la prensa destapó que los centros de datos de Microsoft consumían un 460% más de agua de lo anunciado. El megacentro de datos de Meta en Talavera necesitará 504 millones de litros anuales, tras recortar la compañía su previsión inicial después de que la Confederación Hidrográfica del Tajo expresara en un informe la limitada disponibilidad de recursos hídricos en la región.
7. ¿Cuánta electricidad consumen?
Los centros de datos son electrointensivos. En Irlanda, ya consumen el 21% de la energía del país (más que todos los hogares ubicados en núcleos urbanos). Esta situación llevó a Dublín a prohibir la construcción de nuevos centros de datos. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que en 2026 los DC necesitarán más de 800 TWh al año, más del doble que en 2022. Para ponerlo en contexto, en toda España se consumieron el año pasado 246 TWh.
8. ¿Cómo han reaccionado las energéticas?
Las energéticas se han lanzado a impulsar centros de datos para aprovechar el nicho de negocio. Iberdrola cuenta con 615 MW con conexión asegurada en Madrid y Aragón y una cartera potencial de 5 GW para centros de datos. El objetivo de Iberdrola es «abanderar» este mercado. Para ello ha creado la sociedad CPD4Green. La firma «no tiene la intención» de ser un constructor u operador de DC, sino ser un socio energético. El objetivo de CPD4Green es presentar proyectos llave en mano para los centros: terreno, electricidad renovable, seguridad de suministro, conexión a la red y el contrato de energía. El plan de Iberdrola pasa por mantener una participación minoritaria en CPD4Green y tener de la mano un socio financiero que aporte cerca de 2.000 millones para sufragar la puesta en marcha de los activos. Por otro lado, Solaria dispone de 265 MW de potencia asegurada para conectar centros de datos a la red eléctrica. El objetivo de la eléctrica es dar cobertura a los DC mediante contratos de energía a largo plazo (PPA). La multinacional energética Repsol planea hibridar con energías renovables la central de ciclo combinado de Escatrón (Zaragoza) con el fin de preparar la llegada de un centro de datos. La petrolera ofrece suelo y energía a un precio competitivo con una conexión como gran consumidor asegurada.
9. ¿Hay alguna incertidumbre?
Sí. La irrupción esta semana de la empresa de inteligencia artificial DeepSeek ha agitado el negocio español de los centros de datos. La start-up china promete más eficiencia que los sistemas de las multinacionales estadounidenses que están detrás de los grandes centros de datos. Los proyectos que todavía no tienen la financiación asegurada pueden peligrar.
