Las amas de casa son uno de los colectivos más invisibilizados en España. A menudo, su labor pasa desapercibida, pese a que han sido figuras imprescindibles en los hogares españoles. Pese a que sus tareas constituyen un trabajo, desde las instituciones jamás se ha recompensado a un colectivo muy numeroso, ya que no cotizan ni a la Seguridad Social ni al sistema de pensiones.
Sin embargo, con el aumento de las pensiones no contributivas a partir de 2025, las amas de casa van a recibir una bonificación extra al jubilarse.
Así es la pensión para amas de casa
Las pensiones no contributivas son prestaciones económicas destinadas a personas que, por diversos motivos, no han cotizado o no han alcanzado el período mínimo de cotización requerido para acceder a una pensión contributiva. Estas pensiones están dirigidas a garantizar un ingreso mínimo a individuos en situación de vulnerabilidad, generalmente mayores o personas con discapacidad, que carecen de recursos económicos suficientes.
Por ello, con la revalorización del 9% de las pensiones no contributivas en 2025, la pensión por jubilación de las amas de casa aumentará de manera significativa. Por ello, las amas de casa que la soliciten cobrarán 564,5 euros al mes, una cantidad superior a los 517,90 del 2024.
Condiciones para pedir la pensión
Esta pensión no contributiva de la que se pueden beneficiar las amas de casa las ofrece el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Para solicitarla, se tienen que cumplir una serie de requisitos:
- Tener la edad mínima requerida: tener una edad mínima de jubilación (por lo general, 65 años o más).
- Residencia: ser residente legal en el país donde se solicita la pensión, o bien haber residido en el país un tiempo mínimo establecido (por ejemplo, 5 años en los últimos 10).
- Situación económica: no superar los límites de ingresos y patrimonio establecidos para acceder a la pensión.
- No percibir pensión contributiva: no estar recibiendo una pensión contributiva ni otras prestaciones incompatibles.