Kirk, Herminia, Éowyn… Estos nombres no corresponden a celebridades o criminales, sino que son algunos de los apodos acuñados por las agencias meteorológicas para las violentas y agresivas borrascas que asolaron Galicia durante los últimos meses. Ahora mismo, la comunidad se despide de Ivo, el tercer frente consecutivo en apenas unas semanas, que deja un rosario de incidencias a lo largo y ancho del territorio gallego. Y es que así es el nuevo orden impuesto por el cambio climático: menos frecuencia de temporales, pero más concentrados y agresivos. El resultado está siendo claro: calles y viales anegados en ciudades y pueblos; cortes en los suministros eléctricos; caos ferroviario, aéreo y marítimo; carreteras intervenidas por ramas de árboles… Pero, ¿y qué hay del agro?
Si hay alguien susceptible de los designios azarosos del tiempo, esos son los agricultores y ganaderos, que, a medida que pasan los años, tienen que prevenirse cada vez más de lo que pueda pasar. Según el último balance de Agroseguro, el capital agrario asegurado en Galicia alcanzó los 1.096 millones de euros en el 2024, una cifra que supone un 10% más al balance del año anterior, cuando fueron 991 millones de euros.
En esta coyuntura al alza hay un claro protagonista: los seguros pecuarios (los que cubren los daños al ganado). « Su capital asegurado creció entre el 2023 y el 2024 un 11% en Galicia, hasta alcanzar los 1.005 millones de euros», indican desde Agroseguro, que en el ámbito de la agricultura señalan a los viñedos y forrajes como los cultivos que más aumentaron sus pólizas.
A cierre del 2024 había una producción agrícola asegurada en Galicia de más de 667.000 toneladas y 23.363 hectáreas de superficie en total.
De manera paralela a este aumento del capital asegurado, llama la atención el descenso en las pólizas contratadas, que sufrieron descenso del 4% en la comunidad gallega. «Esto sucede a causa de la progresiva concentración que está sufriendo el sector ganadero y agrícola», afirman desde Agroseguro, que indican que el 2024 se cerró con un total de 1.773 seguros agrarios contratados.
«Este impulso de la contratación de seguros agrarios se apoya en la actual realidad climática —que causa siniestros cada vez más frecuentes y graves—, la protección frente a los accidentes y enfermedades que sufre el ganado de manera habitual, y el apoyo de las administraciones públicas al seguro», explican. A propósito de este último aspecto, la Consellería do Medio Rural ha destinado 9,5 millones de euros para fomentar la contratación de seguros agrarios entre ganaderos y agricultores este año. La partida supone un 12% de presupuesto más que el año anterior.En concreto, se pueden beneficiar de esta ayuda los titulares de explotaciones agrarias de Galicia que formalicen pólizas de seguros correspondientes a las líneas agrícolas del Plan 2025 y líneas ganaderas de los planes 2024 y 2025, siempre que estas contrataciones se suscriban en 2025.
«No hay pólizas atractivas»
Con un panorama climatológico cada vez más cambiante e impredecible, desde el campo gallego constatan este aumento de los seguros agrarios en los últimos tiempos. «A día de hoy hay que tener todo asegurado. Nunca sabes lo que puede suceder» asegura el responsable de ganadería extensiva de Unións Agrarias (UUAA), José Ramón González, que, con todo, señala que el 2024 no fue un mal año en lo que a tiempo atmosférico se refiere. «No tuvimos que lamentar demasiadas pérdidas», apostilla.
Cuestionado por las últimas tres borrascas consecutivas que han azotado la comunidad, González celebra que hayan sucedido durante el invierno. «Ahora mismo no es época de cosecha», indica el ganadero. «Lo peor es cuando vienen frentes o heladas durante mayo, junio o el fin del verano. Ahí se pierden numerosos cultivos, como la uva o el maíz», dice.
Con todo, González critica el modelo actual de seguros agrarios, que dista mucho de ser el ideal. «Tienen muchos problemas y las aseguradoras no hacen pólizas atractivas», denuncia el representante de UUAA, que dice que, muchas veces, los ganaderos y agricultores salen perdiendo. «No funciona como un seguro de coche. A los conductores se les suben las tarifas si cometen infracciones al volante; a nosotros nos penalizan en función de las inclemencias meteorológicas que sucedan durante el año», apunta.
En este sentido, González añade otro problema. «Las compañías aseguran los cultivos y los animales por menos de la mitad de lo que valen», indica el ganadero. «Es decir, que si me viene una helada y me destruye la cosecha, yo solo voy a poder recuperar una pequeña parte de su valor. No es justo», sentencia. Así, González insta a las instituciones a actuar. «Es muy abusivo. Tanto Xunta como Gobierno deben hacer algo».