Era el gran día, el verdadero estreno, la mañana del presidente. Desde primera hora se apreciaba en el pase de control la enorme expectación que despertaba la sesión matinal de este sábado, 1 de febrero, en el Palacio de Congresos de Valencia, donde Diana Morant, en su condición de anfitriona y ratificada secretaria general del PSPV, esperaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

La relación entre ambos es inmejorable. El líder del Ejecutivo siempre ha confiado en la capacidad multidisciplinar de la valenciana para enfrentarse a cualquier reto, independientemente del terreno de juego: primero fue en Gandía, donde su gestión como alcaldesa llamó rápidamente la atención de Moncloa para, finalmente, y en una de las habituales y siempre arriesgadas crisis de gobierno de Sánchez, aceptar la titularidad de la cartera del Ministerio de Ciencia y Universidades. Nadie sabía entonces que, años después, y tras el paso de la peor gota fría del siglo y la muerte de 224 valencianos, sería precisamente la ciencia el campo de debate de una legislatura marcada por lo ocurrido, cientos de obituarios, lágrimas de los que quedaron y la evidencia de que hay culpables y es necesario señalarlos. 

Bajo este contexto, y un cielo raso y mediterráneo que invitaba a disfrutar de las actividades exteriores al salón de plenos, llegaba el presidente del Gobierno a Valencia para participar en el 15º Congreso del PSPV, donde Diana Morant, acompañada de toda la plana mayor del socialismo valenciano, empezará una carrera llena de obstáculos para recuperar la Comunitat y devolver los recuerdos de años de izquierdas y progreso bajo el mando del Botànic. 

‘Ací estem’

El acto arrancaba con un minuto de silencio impoluto, exclusivamente roto por el aplauso posterior de un plenario abarrotado desde primera hora de la mañana. Cientos de personas que también aprovecharían cada mínima pausa para romper la institucionalidad de la cabeza con la rabia de las tripas: «¡Mazón, dimisión!». Un grito impotente, que «transita entre el miedo y la agonía», como ha explicado Pep Almenar, alcalde de Picanya, uno de los municipios más afectados por las riadas derivadas del imparable temporal de la noche del 29 de octubre. «La sociedad valenciana ha demostrado ser respeto, convivenvia y compromiso con su lengua e identidad. Un pueblo que se enfrenta a quienes niegan la cultura, la ciencia o el feminismo. Somos Estellés o Miguel Hernández, pero también los universitarios y los trabajadores. Aquí estamos, preparados», proseguía Almenar, que cerraba su inauguración con una frase del grupo Obrint pas: «No hi haurà demà si no és amb tu» (No habrá mañana si no es contigo).

No sería hasta pasadas las 11.30 horas cuando llegaría el turno de Diana Morant, emocionada frente a un anfiteatro en pie que no dejaría de aplaudir con cada una de las historias personales y dolorosas narradas por la secretaria general del PSPV: «Hace un año, presidente, nos escribiste una carta que derivó en un Comité Federal en nuestra sede de Ferraz, violentada por ultras que venían a amedrentarnos con muñecas hinchables y cantando el ‘Cara al Sol’. Aquel día, cientos de personas nos decían que merece la pena seguir aquí. Y claro que merece la pena, presidente, te necesitamos», aseguraba la también ministra de Ciencia para ceder el testigo y el turno de palabra al líder del Ejecutivo. 

«Enhorabuena a todos los socialistas valencianos. El lema, Ací estem, es muy acertado. Otros nunca están: no estuvieron durante la pandemia ni están en la reconstrucción. No están ni siquiera cuando tienen que exigir al PP nacional unas ayudas por 1.000 millones para la Comunidad Valenciana», arrancaba Sánchez. «No están, ni se les espera, pero nosotros sí sabemos dónde hubiera estado Diana Morant si hubiese sido presidenta de la Comunidad Valenciana en aquel momento de la tragedia», ha proseguido el presidente del Gobierno. 

Tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de asegurar el compromiso y la ayuda del Gobierno de España «el tiempo que haga falta», asegurando que «hoy más que nunca» se necesitan gobernantes que «se basden en datos y ciencia y no en superchería». «Hay quienes decidieron recortar la UME valenciana asegurando que era un chiringuito. Esta coalición negacionista es un auténtico peligro público. El PP y Vox son como el arròs empastrat (arroz pasado)», ha sentenciado, lanzando de esta forma a Diana Morant a una carrera electoral que, salvo adelanto electoral, se librará en 2027.

Resto del calendario 

La sesión de este sábado era, junto a la despedida a cargo de la protagonista del Congreso, Diana Morant, el centro neurálgico del fin de semana en Valencia. No obstante, y pese a que este sábado la actividad se vea interrumpida a media tarde para poder acudir a la manifestación que recorrerá el centro histórico de Valencia para volver a reclamar la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, han sido muchos los temas y debates públicos que han tenido lugar en este foro. 

Especialmente prolífico fue este viernes, donde sobre la mesa se pusieron temas de máxima actualidad como la vivienda, problema que enfrentan con especial incidencia los jóvenes; el negacionismo, en máximo apogeo por el poder de toda una industria basada en fomentar los bulos, la desinformación y el odio; y el autogobierno y la necesidad de seguir profundizando en un modelo de España federal con mayor peso de las administraciones autonómicas. 

Sobre el escenario estuvieron perfiles como la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, quien realizó una encendida defensa de la Ley de Vivienda que los gobiernos del PP se niegan a aplicar. También fue protagonista en la cita el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, tan didáctico como siempre en la exposición del contexto; o Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en Valencia y uno de los rostros más expuestos y aplaudidos por el socialismo tras la tragedia de la DANA. 

Cerrarían el viernes la propia Diana Morant y Salvador Illa, líder del PSC y president de la Generalitat: “A los valencianos nos gobierna un Ayuso llamado Mazón que en el peor momento de nuestra historia ha gestionado de la peor forma una crisis. Ni ha fallado el autogobierno ni el sistema, ha fallado Mazón y su gobierno negligente”, concluía Morant ganándose la ovación de los presentes. 

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