Los ministros de Asuntos Exteriores de países árabes rechazaron el sábado cualquier traslado de palestinos desde Gaza, rechazando las propuestas del presidente estadounidense Donald Trump que sugieren que Egipto y Jordania acojan a los residentes de la Franja. En una reunión en El Cairo, representantes de Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Qatar, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe emitieron una declaración conjunta manifestando su oposición a esa medida.
Los ministros reafirmaron su compromiso con una paz justa en Medio Oriente basada en la solución de dos Estados, y rechazaron cualquier acción que viole los derechos inalienables de los palestinos, como asentamientos, expulsiones, demoliciones de viviendas, anexiones o desplazamientos forzados. Advirtieron que estos planes podrían desestabilizar la región, intensificar la guerra y socavar las perspectivas de paz.
A pesar de las negativas expresas de Egipto y Jordania, Trump insistió en que ambos países aceptarían la propuesta. «Lo harán. Lo harán, ¿de acuerdo? Hacemos mucho por ellos y lo harán», declaró el mandatario en una sesión de fotos en la Oficina Oval. Sin embargo, tanto el presidente egipcio Abdel Fatah el-Sissi como el rey Abdullah de Jordania rechazaron categóricamente la idea. Sissi subrayó que Egipto no tolerará ninguna medida que afecte su seguridad nacional.
Trump planea discutir el tema con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu durante una visita a Washington la próxima semana. Mientras tanto, Steve Witkoff, enviado de Trump a Medio Oriente, comentó a *Axios* que la devastación en Gaza es extrema y que la reconstrucción podría tomar de 10 a 15 años. Witkoff, quien visitó Gaza la semana pasada, afirmó que la falta de agua y electricidad ha obligado a muchos desplazados a regresar temporalmente a sus hogares solo para abandonar la zona nuevamente.
Una evaluación de daños de la ONU, publicada este mes, calcula que remover más de 50 millones de toneladas de escombros llevará unos 21 años y costará aproximadamente 1.200 millones de dólares. Los escombros, posiblemente contaminados con amianto, también podrían contener restos humanos. El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, estima que unos 10.000 cuerpos permanecen desaparecidos bajo las ruinas.