A pesar de lo que diga el calendario gregoriano, estamos en 4723, el año de la Serpiente. Calle Unceta, barrio de Delicias. Aquí los carteles combinan el alfabeto latino con el chino. El olor a torrezno y croqueta propio de la hora del vermú se entremezcla con el aroma a especias y salsas orientales. Si Zaragoza tuviera su Chinatown estaría aquí, pero la capital aragonesa dista mucho todavía de tener un distrito al estilo de los que tienen grandes urbes como Londres, Nueva York y San Francisco.
Y eso tiene su parte buena y otra menos buena si de atraer turistas va la cosa. Pero es la realidad: en Zaragoza, los 6.000 ciudadanos chinos que residen en la capital aragonesa se han repartido por los barrios de la ciudad, aunque es en la calle Unceta se concentran más negocios que en otras zonas de la urbe.
Así, Delicias no es Chinatown si no un barrio multicultural –mal que les pese a algunos–. En la calle Unceta y alrededores conviven las carnicerías halal y los comercios regentados por latinos y chinos con la lencería Chón, la panificadora como Luisa y la tienda Güevos mucho güenos.
Lo que sí que llama la atención es la variedad, porque aquí lo del bazar o el restaurante chino no es lo único que uno puede encontrarse. Hay supermercados que ofrecen toda una variedad inmensa de productos importados directamente desde Asia, productos que no pueden encontrarse en otras tiendas y con los que uno puede acercarse de forma auténtica a las cocinas que hay a miles de kilómetros de nuestro país.
También hay parafarmacias que se anuncian con letreros en chino, inmobiliarias, pastelerías, peluquerías a precios imbatibles, tiendas de electrodomésticos y accesorios para móviles… Un mundo de posibilidades escritas con caracteres incomprensibles para cualquiera que no sepa mandarín.
En los bares, la comida asiática se mezcla con la española. En una esquina entre la calle Unceta y La Mosquetera un cartel informa: Se busca persona para hacer tapas. Está escrito en castellano pero también en chino. Un buen ejemplo de que el Chinatown zaragozano no es sino un lugar diverso en el que conviven ambas culturas.
Este fin de semana, la capital aragonesa se vestirá de gala para celebrar el Año Nuevo Chino. Entramos en el año de la Serpiente de madera, símbolo de prosperidad, regeneración, vitalidad, sabiduría e introspección. Lo celebrarán en la calle Unceta y en el barrio de Delicias, pero también en toda una ciudad empeñada en estrechar los lazos con el gigante asiático.