No existían dudas de ello, pero los dos últimos meses han sido suficientes para confirmar la sospecha: Rodrygo brilla mucho más en la banda izquierda. Una zona propiedad de Vinicius y Mbappé, pero que está provocando un verdadero quebradero de cabeza para Carlo Ancelotti.
Bendito problema, pensará el técnico italiano. De golpe y porrazo, después de un inicio titubeante de su delantera, los tres cracks se han puesto de acuerdo para brillar con luz propia de forma simultánea. A ver quien les saca del once cuando estén todos juntos. Y tampoco hay que olvidar a Bellingham.
Un cuarteto de lujo, la BMVR, que parece empeñada en no salir del once a base de exhibiciones un día sí y otro también. La última, la enésima en estos últimos 60 días, la protagonizó Rodrygo. El brasileño se salió ante el Brest con un doblete y guió al Real Madrid hacia un nuevo triunfo.
Y no es la primera vez que lo hace. El carioca ha llenado con creces el vacío dejado por Vinicius en los últimos partidos fruto de sus continuas sanciones. El ’11’ madridista se adueñó por completo del perfil izquierdo y ha encontrado por fin esa regularidad que tanto le ha costado desde su llegada al club de Chamartín.
Desde ese perfil es mucho más dañino. Siempre lo ha sido. De ahí llegaron sus dos goles contra el Brest. El primero tras una jugada individual exquisita que acabó con un disparo cruzado y el segundo siendo el más listo de la clase al recoger un rechace. Fue la manera de culminar su semana perfecta después de anotar otros dos tantos, también partiendo desde el carril zurdo, contra el Salzburgo en Champions.
Además de los cuatro goles en Champions en los últimos siete días, Rodrygo ha generado algo en prácticamente todos sus encuentros desde el pasado 14 de diciembre. En total, 10 goles y 4 asistencias en 11 duelos. Números de crack.
Pegado a la línea de cal, pero también con libertad para moverse por dentro y atacar los pasillos interiores. Rodrygo en la izquierda potencia su amenaza. Tiene más confianza, participa más y está mucho más cerca del gol. Es mucho mejor jugador.
Vinicius y el sistema
Rodrygo es el futbolista más en forma del Real Madrid. Sin embargo, el regreso de Vinicius tras sanción abre un nuevo escenario. No caben todos en la izquierda y el dueño de esa banda siempre ha sido Vini. Así seguirá siendo y al ’11’ no le quedará otra que volver a la derecha.
Y es que las posibilidades se le agotan a Carlo Ancelotti. Ninguno de los tres atacantes rinde en plenitud en la banda derecha, pero alguien se tiene que sacrificar. Y el damnificado siempre es Rodrygo. Así ocurrió desde su llegada al Madrid y no parece que vaya a cambiar.
Carletto tiene un problema, pero se le presenta otro a nivel colectivo. No cabe duda que juntar a los tres delanteros con Bellingham puede ser suficiente para resolver partidos por puro talento individual, pero también ocurre que estando los cuatro sobre el césped el equipo pierde entereza y muestra muchas más debilidades como bloque.
Así ocurrió, por ejemplo en el último Clásico frente al Barça. El equipo se partió por completo y el conjunto de Flick pudo transitar a sus anchas y maniatar a una defensa sobrepasada en todo momento.
Con ellos, el Madrid gana en pegada pero pierde en equilibrio. Sin ellos tiene menos creatividad en el juego per más fiabilidad defensiva. Ahora le toca a Ancelotti encajar las piezas de la mejor manera posible para no descompensar a su equipo. Tampoco tiene tiempo para demasiados expermientos, especialmente en Champions, donde la ronda de playoff frente al Manchester City o el Celtic está a la vuelta de la esquina.