Un remolque con explosivos, presuntamente dirigido a una sinagoga en Sydney, fue hallado el miércoles, según informó la policía de Nueva Gales del Sur. Los oficiales afirmaron el jueves que este hallazgo pudo haber evitado un «evento con muchas víctimas», aunque advirtieron que la difusión pública del caso comprometió investigaciones sobre ataques antisemitas en la zona.
Diversas personas han sido arrestadas por su relación con el caso, incluyendo al propietario del tráiler, quien ya estaba detenido por otro atentado antisemita. Sin embargo, no se ha detenido a nadie en conexión directa con este incidente. La policía asegura que existen pruebas de que estos ataques están siendo coordinados desde instancias superiores.
La confirmación del descubrimiento ocurrió tras la publicación de informes en la prensa australiana. La policía informó que el remolque fue encontrado el 19 de enero en el suburbio de Dural y contenía explosivos Powergel robados de un sitio minero. Dichos explosivos, con capacidad para causar una explosión de 40 metros de radio, representaban una amenaza significativa.
Según Sharri Markson, presentadora de Sky News Australia, los explosivos estaban destinados a la Gran Sinagoga de Sídney y al Museo Judío en Darlinghurst, aunque la policía no ha confirmado esta información. Los líderes de la comunidad judía expresaron su descontento con las autoridades por no informarles antes del incidente.
Peter Wertheim, del Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano, señaló que es imposible determinar responsabilidades hasta identificar a los responsables detrás de los ataques. Karen Webb, comisionada de la policía de Nueva Gales del Sur, explicó que el caso se maneja de manera confidencial para no entorpecer la investigación.
Dave Hudson, subcomisionado de policía, confirmó la existencia de indicios sobre la coordinación de los ataques desde un nivel superior al de los ejecutores. Sin embargo, mencionó que los detenidos no parecen actuar bajo una ideología definida, lo que refuerza la hipótesis de una dirección externa.
Paralelamente, el miércoles por la noche ocurrieron tres incidentes de grafitis antijudíos en Australia, uno de ellos en la escuela judía Mount Sinai College, en Maroubra. El país ha registrado un aumento de actos antisemitas desde el ataque de Hamás a Israel en octubre de 2023, hecho que desató la guerra en Gaza.
El Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano reportó que los incidentes antijudíos se cuadruplicaron en el último año. Estos incluyen incendios en sinagogas y centros comunitarios en Sydney y Melbourne, además de manifestaciones neonazis y pintadas con mensajes de odio en áreas de alta concentración judía.
En respuesta, Nueva Gales del Sur estableció en diciembre de 2024 la «Strike Force Pearl», una unidad especializada en crímenes de odio antisemitas. A nivel federal, la policía australiana lanzó la Operación Avalite para investigar la relación de estos crímenes con posibles actores extranjeros, luego de un aumento en los ataques tras la ofensiva de Hamás.