La oferta gastronómica del aeropuerto de Barcelona tiene nuevo miembro. Uno bien singular. El grupo Areas, operador de casi dos millares de restaurantes y tiendas en aeropuertos, estaciones y carreteras, ha inaugurado este viernes su primer establecimiento gestionado por un robot. Es, de hecho, la primera vez que un aeropuerto tiene un local de este estilo en el mundo. Lo han llamado SELF, y funciona gracias a la inteligencia artificial y a un brazo robótico que se encarga de coger y servir los productos que pida el cliente.
«Este proyecto marca un hito en la restauración en ruta», afirma el consejero delegado de Areas Iberia, Sergio Rodríguez, en el comunicado en el que informan de la apertura. Si han elegido a Barcelona para estrenar el formato es por ser uno de los aeródromos más transitados de España y Europa, porque es donde Areas tiene su sede global, por ser El Prat una de las infraestructuras donde más presencia tiene la compañía y porque la ciudad «es un hub digital y tecnológico a nivel mundial y un gran escaparate para este tipo de iniciativas», explican varios portavoces de este grupo de restauración, que subrayan que esta apuesta estrecha su relación con Barcelona.
El grupo y sus socios llevan mucho tiempo trabajando en el proyecto, pues solo las pruebas en torno al robot se han alargado más de un año. Detrás de él están la Agrupación Española de Vending (AEV), IJJRobótica y la multinacional KUKA. ICG es el proveedor del sistema informático que hace que todo funcione. Mastercard quien cubre la parte de los pagos. Y Mahou San Miguel, Coca-Cola, Frit Ravich, Lavazza, Montaraz, Gufresco, Danone, Evian, García de Pou… quienes llenan las estanterías a disposición del robot. Se ha puesto a su alcance los productos habitualmente más vendidos en un aeropuerto: café, zumo, refrescos, bocadillos, ensaladas, pokes, postres…
Situado en la Terminal 1, la propuesta ocupa unos 137 metros cuadrados y funciona de modo que el cliente pide a través de unas pantallas táctiles lo que quiera y lo recibe en el mostrador en una bandeja preparada por este brazo robótico. El aparato dispone de garra y cinco dedos táctiles, así como capacidad para gestionar hasta seis pedidos a la vez. En cualquier caso, Areas ha contratado a varias personas para que asistan a toda esta operativa.
Funcionamiento y retos
«SELF gestiona el inventario y el aprovisionamiento con alta eficiencia, operando de forma autónoma pero en estrecha colaboración con el equipo», explica el grupo. «Está equipado con inteligencia artificial avanzada y una cámara de visión artificial, que aprende y toma decisiones óptimas en tiempo real, permitiéndole ‘ver’ y adaptarse al entorno para mejorar la calidad y rapidez del servicio», se explayan.
De hecho, el grupo señala como principales retos de un proyecto que ha necesitado «un equipo multidisciplinar tanto interno como externo», el hecho de tener que llevar esta tecnología tan puntera a un mercado tan específico como es el negocio del viaje. «Esto ha implicado una continua inversión en i+D», afirman, sin especificar la dotación económica destinada al proyecto.
Si enfatizan y sacan pecho de que sea «el primer restaurante robotizado con IA que se implementa en un aeropuerto a nivel mundial». «Es algo hasta ahora nunca visto en un aeropuerto», insisten. De todos modos, de momento, la compañía no tiene planes encima de la mesa para llevarlo a otros aerodromos del mundo. La prioridad, dicen, es que este funcione bien.