Un total de 19 Estados miembros -entre los que se encuentran Alemania, Francia, España o Italia- han firmado este viernes una carta conjunta en la que piden cambiar el mandato del Banco Europeo de Inversiones (BEI), presidido por Nadia Calviño, con el fin de suprimir las restricciones que actualmente le impiden financiar proyectos de defensa, como fabricación de municiones.
La misiva ha sido promovida por el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, y cuenta también con la firma de Bélgica, Países Bajos, Grecia, Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Rumanía, Suecia, Eslovaquia, Dinamarca, República Checa y Estonia. En total, dos tercios de los países de la UE.
«A la luz de los actuales desafíos en materia de seguridad a los que se enfrenta Europa, incluida la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, es fundamental que tomemos medidas decisivas para fortalecer la preparación y las capacidades de defensa de Europa y su base industrial de defensa«, argumentan los 19 líderes.
«Estamos de acuerdo en que el BEI debería seguir explorando nuevas formas de desempeñar un papel aún más importante a la hora de proporcionar financiación para la inversión y de movilizar financiación privada para el sector de la seguridad y la defensa (…) La lista de sectores y actividades excluidas debe reevaluarse en lo que respecta a los préstamos a la industria de la seguridad y defensa», reclama la carta.
La misiva esta dirigida a la propia Calviño y también al presidente del Consejo Europeo, António Costa, y al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE.
Su publicación se produce coincidiendo con la cumbre informal de líderes europeos que se celebra el próximo lunes 3 de febrero en Bruselas, que se consagrará íntegramente a la defensa europea y a la que también están invitados el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el primer ministro británico, Keir Starmer.
En la actualidad, el mandato del BEI le permite invertir en tecnologías de doble uso militar y civil (como los drones), pero excluye el armamento, la munición o la infraestructura militar. A raíz de una carta anterior de los líderes europeos, Calviño ya lideró una reforma el año pasado con el objetivo de ampliar la definición de tecnologías de doble uso, pero en el resto de aspectos no ha habido avances.
«Fortalecer la defensa de la UE es una cuestión existencial para Finlandia y para Europa en su conjunto. Eso significa que tenemos que utilizar todos los medios a nuestra disposición. Impulsar la financiación privada es una prioridad clave. Para Finlandia sería importante que la financiación (del BEI) pueda usarse directamente para la producción de munición, lo que actualmente no es posible», ha dicho el primer ministro finlandés.
Además de eliminar las restricciones a los proyectos tradicionales de la industria militar, los firmantes de la misiva piden aumentar la cuota de financiación asignada a la defensa. La tercera medida propuesta es la emisión de deuda por parte del BEI destinada específicamente a proyectos de defensa, como ya se hace por ejemplo con los proyectos de transición limpia.
Durante la presentación de resultados este jueves en Bruselas, Calviño explicó que en 2024 el apoyo al sector de seguridad y defensa se duplicó hasta alcanzar 1.000 millones de euros. Entre los proyectos respaldados se incluyen el despliegue de satélites de doble uso en Polonia o mejoras portuarias para atender las necesidades de los buques de la OTAN en Dinamarca.
Para este año, la exvicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez anunció que se duplicarán de nuevo las inversiones anuales, hasta alcanzar los 2.000 millones de euros. Pero los líderes europeos consideran claramente insuficientes estas cantidades.