Una vecina asturiana residente en Londres encendió las redes sociales con un vídeo que rápidamente se hizo viral. En él, esta madre, algo sorprendida y muy orgullosa de su tierra, da cuenta de un hallazgo que, según ella, muestra lo lejos que ha llegado Asturias. Y no es para menos: una simple visita al Lidl, un supermercado de la cadena alemana presente en diversas ciudades del mundo, se convirtió en un momento que tocó la fibra sensible de muchos asturianos.
En el vídeo que compartió en TikTok, la mujer comienza a dirigirse directamente a sus paisanos: «Este vídeo es solo para asturianos. Si no eres asturiano, desliza. Este vídeo no es para ti». Y, con ese tono tan característico que solo los asturianos tienen cuando están entre ellos, continua: «He venido al Lidl y mirad. O sea, ¿en qué momento los asturianos somos llegados tan lejos? Venden sardines en el Lidl, pero no cualquier sardina. No. Sardines. ¿Eh? Ahora, decirme que esto no es asturiano. Y que estos sardines no son asturianos. Sardines. ¿De dónde va a ser si no? ¿Madrileño? Pues no. Es nuestro. Es nuestra tierra. ¿Sí o no?»
En ese momento, la cámara enfoca un estante del supermercado londinense, donde se pueden ver varias latas con el rótulo «Sardines», pero con una clara influencia asturiana. La palabra «Sardines» (que en inglés significa sardinas) no pasa desapercibida, ya que en su pronunciación se asemeja al acento y al modo de hablar asturiano. La mujer, sin poder evitarlo, muestra su emoción y sorpresa ante lo que, para muchos, es una prueba más de la expansión de la gastronomía asturiana fuera de nuestras fronteras.
La reacción de la madre asturiana refleja un sentimiento común entre muchos habitantes de Asturias: el orgullo de ver cómo su cultura y productos más emblemáticos están traspasando fronteras. Desde la sidra hasta la fabada, pasando por las famosas sardinas en conserva, Asturias está dejando su huella cada vez más allá de sus límites geográficos.
Un supermercado en Londres
No cabe duda de que el «Sardines» que la asturiana encontró en Londres no es más que un reflejo de cómo las costumbres y tradiciones asturianas han ido cruzando océanos y continentes.
Aunque en principio podría parecer una anécdota curiosa, este tipo de sucesos refuerzan la identidad asturiana y dan visibilidad a la riqueza cultural de una región que sigue sorprendiendo y conquistando paladares por el mundo.
En definitiva, la madre asturiana, al más puro estilo de su tierra, aprovechó este momento para hacer un llamamiento a sus compatriotas: «¡Esto es nuestro! ¿Sí o no?», dejando claro que, aunque estén lejos de casa, los asturianos siempre estarán orgullosos de su cultura y productos.
La lección aquí es clara: Asturias, aunque no siempre en el centro del mapa global, sigue llegando a rincones impensados, y, quién sabe, tal vez un día el «Sardines» asturiano sea tan popular como la famosa sidra en cualquier supermercado de Londres.