De nuevo, el alivio toma todo el territorio de la Palestina histórica. Por un lado, la sociedad israelí respira aligerada al ver a sus rehenes volver a casa. La última soldado israelí en manos de Hamás, Agam Berger, ya está en Israel tras 482 días de cautiverio. Se espera que Arbel Yehoud y Gadi Moses lo hagan también pronto. Por otro lado, el pueblo palestino ignora las ruinas que les envuelven para entregarse a la alegría. Al menos 110 presos palestinos, entre los que se cuentan una treintena de niños, serán liberados este jueves después de años entre rejas. Unos 32 reclusos cumplen cadena perpetua, y otros 48 habían sido sentenciados a largas penas de prisión.

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