Bellingham y Rodrygo celebran uno de los goles del Real Madrid en la última jornada de la liguilla de Champions. / AP

Mientras que de aquella Superliga que pretendía alumbrar de forma exclusivista Florentino Pérez no queda ni el nombre, la renovada Liga de Campeones dejó este miércoles para el recuerdo una jornada “carruselera” con 18 partidos simultáneos. Fútbol de todos y para todos, con diversidad y meritocracia, sin elitismos y antojos clasistas. Una jornada inédita con emociones por toda Europa salvo en los duelos Sturm Graz-Leipzig y Young Boys-Estrella Roja. Es decir, 32 equipos en vilo tras haber disputado siete jornadas. También todo un desafío mediático para amplificar un torneo de estreno con mucho pedigrí. Un campeonato radiografiado al milímetro por el sector “florentiniano”, que no por minoritario se alejará un dedo del mesiánico propósito del dirigente madridista.

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