El Día de San Valero comenzó de la peor forma posible después de que un joven latino de 27 años apuñalara de madrugada a su pareja en un domicilio ubicado en el número 19 de la calle San Antonio Abad, en el barrio zaragozano de Delicias. La mujer, una veinteañera ecuatoriana, sufrió varias heridas por arma blanca en los brazos, en la cara y en la mano con un corte profundo que obligó a los agentes a practicarle un torniquete y a trasladarla de urgencia al hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, donde fue intervenida quirúrgicamente sin que su vida corriera peligro al cierre de la edición de este diario. Para entonces, la Policía ya había localizado en las inmediaciones del inmueble al agresor, a quien detuvieron como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa sin que consten antecedentes por violencia de género entre ambos. Al parecer, el detenido habría asesinado a su pareja si el cuchillo no se hubiera roto en el transcurso de la refriega.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 07.00 horas, cuando la sala de emergencias del 091 recibió varias llamadas alertando de una fuerte discusión entre una pareja en la citada vivienda, de ahí que fueran comisionadas varias dotaciones de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. A su llegada, los agentes comprobaron in situ la gravedad de la agresión como consecuencia de las gotas de sangre que se podían apreciar ya en el rellano del edificio y que aumentaban de tamaño a medida que ascendían al piso en el que se ha perpetrado el apuñalamiento.
En el rellano de la tercera planta, precisamente, las manchas de sangre eran abundantes y de considerable tamaño e incluso se podrían apreciar numerosas pisadas de pies descalzos en el tramo que asciende a la planta superior. También había restos de sangre en las paredes y en la puerta del 3ºB, donde la víctima y el agresor residían de alquiler sin que los vecinos consultados por este diario acertaran a precisar el tiempo que ambos llevan viviendo allí. El varón, por el momento, permanece en los calabozos de la comisaría Actur-Rey Fernando con la previsión de que hoy pueda pasar a disposición judicial. Y, mientras tanto, las pesquisas practicadas por la investigadores permitieron averiguar que no constaban antecedentes por violencia de género entre ambos.
«Me he levantado acojonado»
Al interior del piso accedieron los agentes de Policía Científica poco antes de las 12.00 horas para recabar pruebas de lo sucedido y culminar la inspección técnico ocular que ha concluido con su salida del inmueble pasadas las 12.30 horas. La noticia pilló por sorpresa a los vecinos del bloque y algunos de ellos se enteraron al regreso del trabajo al observar los restos de sangre, tal y como refirió una mujer que vive puerta con puerta. Otro joven, por su parte, se levantó sobresaltado de la cama, pero no por los ruidos del ataque, sino por la llegada de los agentes. «Solo he escuchado cuando venía ya la Policía, el ruido de subir y bajar las escaleras. Llamaron al timbre de abajo y me he levantado acojonado. He escuchado algo de un torniquete», explicó este mismo vecino.
Se da la coincidencia de que en esta misma calle, pero en el número 60, un nicaragüense de 41 años apuñaló en septiembre de 2022 a un peluquero con el que se había acostado tras conocerse ambos en un bar de la calle Padre Manjón. El agresor le asestó 32 cuchilladas y fue condenado a siete años y seis meses de cárcel como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.