«Siempre nos quedará París», enunció Míchel tras el estreno en El Parque de los Príncipes, haciendo referencia a la famosa frase de ‘Casablanca’ (1942). Ahora, algo más de cuatro meses después, viendo que la primera aventura del Girona en la Champions League ya llegó a su fin, puede decirse que “siempre nos quedará Montilivi”. Qué mejor manera de vivir su última noche europea que en Montilivi. Y poniendo contra las cuerdas a todo un ArsenalDanjuma desató la locura en el 28‘, pero primero Jorginho desde los once metros, y después Nwaneri, le dieron la vuelta al marcador. Y, el VAR, le arrebató el gol a Stuani. (1-2).

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