Metges de Catalunya (MC), la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) y el Sindicato Médico de Euskadi (SME) se han reunido este miércoles con la ministra de Sanidad, Mónica García para debatir la situación creada en torno a la modificación del Estatuto Marco y plantear las medidas que debería incluir para que el colectivo «encuentre acomodo y se sienta valorado». El encuentro se produce tras mostrar su rechazo a buena parte de las medidas incluidas en el borrador de ley elaborado por Sanidad para renovar las condiciones laborales del personal sanitario.
En un comunicado, los sindicatos indican «el calado de la propuesta y su especificidad justifican la necesidad de que las condiciones laborales, profesionales y retributivas del personal facultativo se regulen en un espacio propio de negociación«. La propuesta de MC, AMYTS y SME ya fue trasladada en junio del año pasado, por vía telemática, a representantes del Ministerio de Sanidad.
«Propuesta de mínimos»
Las tres organizaciones consideraban «importante» conocer la postura del ministerio que dirige Mónica García, ya que el documento, en el contexto actual, señalan, se ha convertido en una «propuesta de mínimos» a partir de la cual se deberían iniciar las conversaciones.
Como sindicatos médicos mayoritarios de tres comunidades autónomas, que reúnen alrededor de 120.000 profesionales facultativos, más del 40% del total del Estado, esperan que el Ministerio «priorice la necesidad de que la sanidad pública sea atractiva a nivel laboral y ofrezca las mejores condiciones de trabajo para captar y retener a los mejores profesionales«.
«En un ejercicio de transparencia», los representantes de MC, AMYTS y SME indican que han hecho público el documento de mínimos que está en manos de Sanidad y que se centra en dos pilares básicos. Por un lado, que el personal médico y los titulados superiores sanitarios reciban un trato igualitario respecto al resto de trabajadores públicos en los conceptos de jornada, tiempos de trabajo y descansos, de manera que puedan conciliar su vida personal y laboral.
Servicio Público
Por el otro, reclaman «asegurar que el SNS mantiene su funcionalidad como servicio público esencial en los parámetros básicos del Estado de bienestar: un sistema universal, público, accesible y de calidad«. Los tres sindicatos esperan que el Ministerio de Sanidad esté dispuesto a avanzar en esta línea y recoja en el anteproyecto del Estatuto Marco sus aportaciones, que «son las demandas mínimas de un colectivo imprescindible que se ha sentido profundamente decepcionado, agraviado y menospreciado ante el trato recibido históricamente por parte de la Administración”.
«En lugar de ofrecer una mejora inequívoca de las condiciones de trabajo para que la sanidad pública sea el ámbito profesional de referencia y polo de atracción de talento, el Ministerio opta por la imposición, la prohibición y las restricciones con el objetivo de tener maniatados a los profesionales», señalaban hace apena unos días los tres sindicatos que, se oponen, especialmente, a que Sanidad vete que los jefes de servicio compatibilicen el sistema público y privado.
Manifiesto en contra
La pasada semana, representantes de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) -que engloba a organizaciones de 14 comunidades autónomas- comparecían para valorar, muy negativamente, un texto que rechazan y consideran «un ataque frontal». Se declaran en pie de guerra, muestran una gran «decepción» y auguran: «lo único que va a conseguir es que España se va a convertir en una fábrica de médicos especialistas que se irán a la privada«, lo que aumentará la falta de profesionales en la sanidad pública. Piden un estatuto propio que regule las características de su profesión, como ya tienen otros colectivos como jueces y fiscales. Y anuncian movilizaciones sin mencionar, por ahora, la palabra huelga.
Consideran que el nuevo texto «es peor que el anterior» -de 2003- y repiten: llevan «años denunciando el maltrato continuado al colectivo» y, ahora, aseguran, se encuentran «con una agresión todavía mayor», sobre todo en el caso de los 175.000 facultativos que trabajan en la sanidad pública. En su opinión, el mayor escollo es la jornada laboral y, el asunto de la incompatibilidad de los jefes de servicio solo pretende desviar la atención sobre «lo importante».
En rueda de prensa, dieron a conocer un manifiesto que cuenta con el apoyo de otras organizaciones sindicales y de representación del colectivo como, precisamente, AMYTS, Sindicato Médico Andaluz, Metges de Cataluña, Sindicato Médico de Euskadi, Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, Asociación MIR España, Asociación de Médicos Unidos por sus Derechos, Sindicato O´Mega de Galicia.