La relación de Emiliano García-Page con Pedro Sánchez es «muy poca, básicamente institucional, la que se ve». Cuando han coincidido en actos han hablado «con cordialidad» pero no se mensajean ni hablan por teléfono habitualmente. «No soy sanchista, pero tampoco soy pagista«. Así se ha expresado en la noche del lunes el presidente de Castilla´La Mancha en El Hormiguero (Antena 3).
Page ha negado que el PSOE haya «traicionado» su integridad en los últimos tiempos, si bien ha considerado que la ha «comprometido» y en «algunos aspectos» se han estirado «demasiado» sus «valores y principios», algo ante lo que se ha mostrado dolido y confía en que se volverá a los orígenes.
El mandatario socialista ha asegurado estar «cómodo» en su partido más allá de las discrepancias, ha aseverado que el PSOE volverá a representar a las «grandes mayorías», apuntando tras ello que «la mayoría social es que te vote la mayoría de la gente, y no sumar minorías», informa Europa Press.
La Moncloa no se puede poner «en alquiler»
García-Page ha dicho en este punto que las instituciones, empezando por La Moncloa, «no pueden ponerse en alquiler»; punto en el que ha defendido que «sería deseable volver a espacios de cierto consenso» entre «los dos grandes partidos».
«Poder, se puede pactar. Y creo que sería conveniente tener una agenda de posibles acuerdos. Miren los portugueses», ha afirmado, añadiendo que es cierto que desde Castilla-La Mancha le da «pocas alegrías» al presidente del Gobierno, ante lo que ha pedido «desdramatizar» esta relación.
No cree que Pedro Sánchez tenga intención de moverle la silla, ya que el PSOE de Castilla-La Mancha consigue victorias electorales en su territorio: «La política es así de despiadada».