La gripe aviar ha elevado el nivel de alerta en toda España, incluida La Rioja, tras el aumento de focos detectados en aves silvestres. Aunque el virus aún no ha llegado a las granjas avícolas, el Ministerio de Agricultura ha implementado un paquete de medidas preventivas para proteger el sector y minimizar los riesgos. En nuestra región, los municipios más sensibles son Alfaro, Pradejón y Calahorra, donde se concentran 59 explotaciones avícolas bajo vigilancia estrecha.
LOS HUMEDALES
Mari Carmen, propietaria de una granja en el valle de Ocón con más de 1.200 gallinas y 23 ocas, explica que los protocolos de bioseguridad son parte de su rutina diaria: “Siempre hemos aplicado medidas estrictas para evitar cualquier enfermedad en nuestras aves, pero ahora las hemos reforzado más que nunca”. En zonas cercanas a humedales, consideradas de mayor riesgo, las medidas incluyen el encierro obligatorio de aves, la suspensión de ferias ganaderas y un refuerzo significativo de las normativas de bioseguridad.
Salvador Porres, veterinario especializado en salud animal, subraya que los humedales son puntos críticos debido al contacto entre aves silvestres y domésticas: “La prevención comienza antes de que el virus entre en las granjas. Revisamos síntomas como pérdida de apetito o secreciones y seguimos al pie de la letra los protocolos si encontramos algo sospechoso”. Su trabajo es fundamental en la primera línea de defensa contra la gripe aviar.
Tanto ganaderos como veterinarios coinciden en que, aunque la gripe aviar es una amenaza grave, el sector está preparado para afrontarla. Mari Carmen insiste, “no hay motivos para alarmarse, pero sí para mantenernos alerta. Nuestra labor es proteger y prevenir. Trabajamos con medidas estrictas durante todo el año, y ahora simplemente las hemos intensificado”.
La colaboración entre el sector y las autoridades resulta clave para minimizar riesgos y garantizar la seguridad sanitaria de las explotaciones avícolas. Por ahora, el mensaje es claro, no bajar la guardia y seguir reforzando las buenas prácticas. Con estas acciones coordinadas, La Rioja busca mantenerse libre de brotes y proteger un sector esencial para la economía regional.