Hace 21 años que Pilar de los Ríos fue diagnosticada con depresión. Recibió el alta, pero el año pasado, volvió a recaer. Su caso no es único. Se estima que cada año, más de 40.000 españoles son diagnosticados con depresión resistente, es decir, que no responden a los tratamientos farmacológicos.
Sin embargo, la estimulación magnética transcraneal que está recibiendo en el Hospital 12 de Octubre de Madrid «me ha cambiado la vida». Su psiquiatra, la doctora Isabel Martínez Gras y responsable del programa de neuroestimulación, explica a este diario que esta técnica se está utilizando desde el año 2017 «con gran éxito».
La neuroestimulación «consiste en aplicar impulsos magnéticos en la superficie del cuero cabelludo para estimular las redes neuronales relacionadas con diversas patologías, tanto psiquiátricas como neurológicas. Dependiendo del área que se estimule, el tratamiento se dirige a distintos trastornos», apunta.
Para la depresión resistente, el tratamiento consta de 30 sesiones que se realizan de lunes a viernes durante seis semanas. Después de este período, se continúa con un mantenimiento que puede durar entre seis meses y un año. «En ningún momento se abandona la medicación que toma el paciente», recalca la doctora.
El 65% de los pacientes con depresión ha notado mejoría
En los últimos años, más de 80 pacientes con depresión resistente han sido tratados con neuroestimulación en este hospital madrileño.
Los resultados, destaca la psiquiatra, son altamente favorables. Más del 65% de los pacientes han experimentado una notable mejoría en los síntomas de la depresión, acompañada de un aumento significativo en la funcionalidad y en la calidad de vida.
Pilar es una de ellas. «Mi desesperación era tal que, en cuanto mi doctora me ofreció la neuroestimulación, no dudé en aceptar el tratamiento. Aún sigo en tratamiento, pero ya he notado avances», nos cuenta.
La estimulación magnética transcraneal consiste en la colocación de un gorro personalizado para cada paciente, en el que se identifican los puntos que se quieren estimular. Las sesiones tienen una duración de tres minutos cada una. Y es que, aunque pueda parecer un tratamiento del «futuro», es una realidad.
«Fue una decisión basada en la esperanza de mejorar. No tuve miedo, todo lo contrario, estaba agradecida por la oportunidad de recibir un tratamiento que pudiera mejorar mi depresión», nos dice Pilar, quien recibió el primer diagnóstico en el año 2005.
Después de recibir las sesiones pautadas, Pilar se encuentra en la fase de «mantenimiento». «Ya no es necesario continuar con la neuroestimulación diaria, pero la mejoría es visible. Ya he recuperado las ganas de salir a la calle, interactuar con la gente… es un gran cambio».
La neuroestimulación no solo se utiliza para la depresión resistente
Como cuenta la doctora Martínez Gras, la aplicación también se extiende a otros trastornos, como el TOC, la ansiedad con depresión y la dependencia con nicotina. «En nuestro hospital, actualmente lo empleamos para la depresión resistente y el trastorno obsesivo-compulsivo».
La tasa de recurrencia (la probabilidad de que los pacientes recaigan) es de aproximadamente un 60% durante el primer año. Sin embargo, «si los pacientes mantienen las medidas preventivas, pueden mejorar significativamente su calidad de vida y evitar recaídas».
El perfil de los pacientes que reciben este tipo de tratamiento es mujer, de mediana edad, generalmente solteras o viudas, y que han experimentado entre dos y cuatro fracasos terapéuticos para tratar su depresión.
La depresión, un trastorno mental con elevado número de síntomas
Es una de las enfermedades mentales más frecuentes. Afecta al 7,2% de las mujeres españolas, el doble que en hombres. Influye negativamente en el desarrollo de su vida cotidiana debido a los numerosos síntomas: tener tristeza, pérdida de interés por aficiones, aumento o ausencia de apetito, problemas para conciliar el sueño, cansancio, irritación, dolores de cabeza y problemas digestivos, entre otros, pudiendo incluso desembocar en ideas suicidas o intentos autolíticos. Afortunadamente, la depresión se puede tratar de forma eficaz.
Para la depresión posparto sin efectos secundarios para el bebé
La neuroestimulación también está indicada para pacientes adolescentes. Solo está contraindicada para personas con dispositivos metálicos implantados en el cuerpo o con tumores cerebrales. La psiquiatra subraya que «la epilepsia es una contraindicación relativa, pero con el tratamiento farmacológico adecuado, se puede aplicar».
Ante el éxito de la estimulación magnética transcraneal en el Hospital 12 de Octubre, ya se está estudiando en síntomas negativos de la esquizofrenia, alucinaciones en esquizofrenia y otras adicciones.
La neuroestimulación es adecuada para la depresión perinatal, tanto durante el embarazo como en el postparto inmediato. «Aunque este uso no está aprobado formalmente por las agencias reguladoras, sigue realizándose fuera de etiqueta, con buenos resultados y sin efectos adversos conocidos sobre el feto o el recién nacido», aclara. Un nuevo tratamiento para la depresión posparto que no afecta la salud del bebé