Las ayudas al transporte público, si nada cambia en las próximas horas, se mantendrán gracias al acuerdo alcanzado este martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Junts. Un escollo que, en principio, les permitirá salvar buena parte del decreto ómnibus, tumbado la pasada semana en el Congreso por la negativa de la derecha independentista catalana, que votó junto a PP y Vox en contra. Para Zaragoza, esta pérdida hubiese supuesto, desde febrero, un incremento en el precio del billete desde los 0,45 euros actuales hasta los 0,72, cuestión que finalmente no pasará y el coste seguirá subvencionado hasta el mes de julio, tal y como estaba previsto inicialmente.
En cambio, desde el Ayuntamiento de Zaragoza han reaccionado a la ofensiva, reivindicando que han mantenido «a pulmón» las bonificaciones al 50%, que suponen 60.000 euros al día a las arcas municipales, a la espera de que llegase esta resolución. De hecho, la alcaldesa, Natalia Chueca, ha asegurado que las ayudas se mantienen «gracias al Ayuntamiento de Zaragoza». «Si fuese por Sánchez, ya habrían decaído», ha añadido.
En clave política, la regidora ha lamentado que Sánchez haya preferido el «chantaje de Junts» al «acuerdo sin peajes con el PP». «Solo tenía que aprobar las medidas en diferentes decretos, pero ha vuelto a elegir el chantaje y la humillación. Y ha perdido una semana para terminar haciendo el ridículo y demostrando nuevamente su debilidad», ha proseguido Chueca, quien ha concluido de forma contundente: «Solo nos queda esperar al próximo chantaje. Mientras tanto, el ayuntamiento continuará siendo el verdadero escudo social».
Por último, desde el consistorio han afirmado que no contemplan la opción de que el Gobierno central no asuma el pago de estas bonificaciones, «ni recurra a la trampa de dejar los días transcurridos entre el decaimiento del real decreto inicial a este nuevo acuerdo sin cubrir».