El concurso de pintura rápida de Guadassuar se ha convertido en uno de los primeros certámenes del año en el territorio valenciano. Para muchos artistas este certamen se convierte en el pistoletazo de salida de una serie de pruebas que se celebran a lo largo del curso. Sin embargo, en esta edición, para el pintor de Guadassuar, Felipe García, este concurso se ha convertido en un punto de reflexión sobre todo lo vivido durante estos últimos tres meses.
García ha sido uno de los vecinos afectados por el desbordamiento del río Magro. El agua y el lodo se llevaron consigo dos coches, parte del mobiliario de su vivienda y el material que utilizaba para pintar. «No iba a presentarme porque la dana se llevó todo mi material, pero el día anterior tenía un sentimiento extraño. Necesitaba descargar parte de todo lo que había sido aquella catástrofe», recuerda el artista. Por ello, este afectado decidió sacar su caballete y ponerse a pintar, ya que para él este ‘hobby’ se ha convertido en su «manera de relajarme». Sabía que el contenido del cuadro tenía que estar relacionado con todo lo que había vivido durante estos tres meses. «Pensé que podía hacer un cuadro mostrando lo que habíamos vivido en la calle», explica el afectado, quien añade que «han sido muchos meses de tensión porque nos superó la situación». Para ello, utilizó el barro que había anegado algunas vías de este municipio.
El lienzo está hecho con lodo mezclado con agua y pintura negra. «El barro de este desastre me ha servido para pintar», explica. Al fondo de la imagen, García también ha querido plasmar su agradecimiento y esperanza. Para ello, ha pintado unos muñecos amarillos que, en sus palabras, «son el punto de luz que tuvimos, es decir, los voluntarios que vinieron a ayudar y darnos esperanza».
Resultado final del cuadro. / Levante-EMV
Aunque García no se haya alzado con el premio, reconoce que el mayor logro ha sido «poder expresar todas las emociones. «No iba para ganar, sino para mostrar lo que yo sentía», indica. Sin embargo, no sólo ha expresado sus sentimientos, sino el de muchos afectados que también se han visto reflejados. «La gente se emocionaba porque se sentía representada», explica. Aunque no sea su mejor cuadro, este artista reconoce que es «el más especial». Por ello, lo colgará en un lugar visible de su vivienda con el fin de recordar todo lo vivido durante este tiempo.