Sin que los jueces europeos hayan aclarado aún si el plan italinao respeta la legislación comunitaria, el Gobierno de ultraderecha de Giorgia Meloni ha decidido deportar, por tercera vez, a un grupo de migrantes rescatados en el Mediterráneo a Albania. Un total de 49 náufragos fueron trasladados durante el fin de semana a bordo del barco patrullero ‘Cassiopea’ y ya están de camino al país balcánico, donde su llegada se espera entre el lunes y el martes.
El Ejecutivo de Meloni ha optado así por no esperar la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que en febrero tiene previsto pronunciarse sobre si Roma respetó las normas europeas al implementar un plan que prevé el envío de migrantes a un país no perteneciente a la UE, siempre que figuren en listas de «países seguros» elaboradas por Italia, para que allí se procesen sus solicitudes de asilo. Esta medida ha generado polémica, ya que, en octubre y noviembre pasados, los jueces italianos invalidaron el plan argumentando que violaba una reciente directriz europea que indica que un país solo puede ser considerado seguro si garantiza la seguridad en la totalidad de su territorio.
El nuevo grupo de migrantes, el más numeroso enviado hasta ahora, incluye personas de Egipto y Bangladés, las mismas nacionalidades de los migrantes que fueron inicialmente trasladados a Albania y posteriormente devueltos a Italia por orden de la justicia italiana. «Es propaganda», han concluido algunos observadores especializados en migración y varios miembros de la oposición.
Espontáneamente
Con ello, el Gobierno italiano, que desde el inicio ha insistido en que uno de los principales objetivos de su estrategiade disuasión de intentar el viaje a Italia, ha calificado como positivo el hecho de que 53 migrantes, que formaban parte del grupo evaluado para su traslado a Albania, presentaran «espontáneamente su pasaporte para evitar el traslado».
«Esta es una circunstancia de particular relevancia, ya que permite activar los procedimientos de verificación de las situaciones individuales de manera más rápida, incluso sin necesidad de detención, aumentando las posibilidades de proceder con los retornos de aquellos que no tienen derecho a permanecer en la UE», informó el Ministerio del Interior del país transalpino.
La decisión de Meloni se produce, además, en un momento de repunte en las llegadas de migrantes a las costas italianas. En la última semana, desembarcaron más de 600 personas, de las cuales unas 300 llegaron solo durante el fin de semana. Asimismo, la tripulación del barco de la oenegé ‘Sea Punk’ rescató a 15 migrantes y recuperó tres cadáveres en la zona SAR de Malta, a unas 50 millas de la isla italiana de Lampedusa. Según los náufragos, habían emprendido el viaje unas 21 personas, por lo que habría al menos tres desaparecidos.