1. No entrometerse en el poder territorial
  2. Gestión frente a inacción
  3. Abordar las principales preocupaciones
  4. Inacción del Gobierno
  5. Macrodecreto rechazado
De izquierda a derecha. El presidente del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la senadora del PP, Paloma Martín, durante una reunión sectorial de vivienda con agentes sociales, en el Port Olimpic.

El Partido Popular va a dar un paso más para evidenciar la minoría en que se encuentra el Gobierno. Tras las sucesivas derrotas parlamentarias que ha acumulado desde el inicio de la legislatura —la última, el decreto ‘ómnibus’ de este miércoles—, Génova buscará ‘vender gestión’ y así consolidar a su presidente, Alberto Núñez Feijóo, como un candidato de gobierno, aprovechando para ello el poder que el partido tiene en las autonomías.

Los populares gobiernan diez comunidades, incluyendo Ceuta y Melilla, y la dirección nacional trabaja en diseñar una serie de medidas que puedan implementar todos los territorios, actuando en bloque, de forma que sitúen al PP como la alternativa que actúa y da respuesta a los problemas de los ciudadanos, frente a la imposibilidad del Ejecutivo de aprobar medida alguna en el Parlamento.

No entrometerse en el poder territorial

Génova ha trabajado hasta ahora dando libertad de acción a sus dirigentes territoriales. Así lo decidió Feijóo desde su desembarco en Madrid, tras la etapa de Pablo Casado, quien ejerció un control mucho más férreo en los territorios, de la mano de Teodoro García Egea.

La dirección no quiere inmiscuirse en los planes legislativos de cada comunidad, pero sí abordará problemas nacionales que afecten a todas estas autonomías y cuyas competencias estén delegadas. 

Un ejemplo es la ley de vivienda que ha preparado Génova, así como las medidas sobre esta materia que anunciaron todas las autonomías gobernadas por el PP, con Feijóo al mando.

Gestión frente a inacción

Esas iniciativas permiten al líder de la oposición vender gestión, aunque no tenga poder ejecutivo. 

Con estos movimientos, los populares consideran que matan dos pájaros de un tiro: 

Primero, evidenciar, aún más, la minoría del Gobierno en el Congreso y su enorme dificultad para aprobar cualquier iniciativa. Y, segundo, situar a Feijóo como una alternativa seria, y al PP como el partido que sí responde con medidas a las preocupaciones de los ciudadanos.

Abordar las principales preocupaciones

La clave de esa estrategia reside en abordar temáticas transversales. Ya lo hizo con la vivienda al comienzo de este año, y también con la ley de conciliación que anunció el pasado octubre. 

Se trata de temáticas que no levanten especial polémica, que no tengan una gran carga ideológica, sino que aborden, desde la perspectiva del PP, cuestiones que afectan a todo el país y problemas que estén perjudicando a todo el territorio. 

Medidas que, además, sitúan a Feijóo en el foco, con el protagonismo de las comunidades autónomas. Mientras los dirigentes territoriales se benefician de la exposición de sus decisiones, que si se tomasen por separado a nivel regional no tendrían eco nacional, el presidente del partido obtiene toda la atención al anunciarlas.

Fuentes populares se congratulan de que, cuando el PP anunció las diez medidas sobre vivienda en sus autonomías, gran parte de los medios llevaron a Feijóo al titular como máximo responsable de las mismas. 

En un acto denominado “Declaración de Asturias”, Feijóo compareció desde Oviedo con los líderes territoriales para anunciar bajadas de impuestos, liberalización del suelo público y un plan ‘antiokupas’. Una lista de iniciativas que adoptarían todas las comunidades en bloque.

Inacción del Gobierno

La otra pata de este plan pasa por escenificar gestión, mientras que el Gobierno no consigue aprobar decretos, ni proyectos de ley, y lo mismo el Partido Socialista con sus proposiciones. 

El Ejecutivo ha tenido un primer año de legislatura mucho más complicado de lo esperado. En verano, solo había conseguido sacar adelante tres iniciativas. Y en julio el Congreso tumbó la senda de déficit propuesta por el Ministerio de Hacienda para 2025. Un techo de gasto que no ha conseguido aprobar aún, al igual que los Presupuestos para este año, que el Ejecutivo presentará en marzo como fecha límite, aunque no cuente con los apoyos.

Macrodecreto rechazado

Además, el miércoles, Junts y el Partido Popular votaron en contra del macrodecreto que prorrogaba las medidas anticrisis que viene implementado el Gobierno desde el estallido de la guerra en Ucrania. 

Ese paquete fue uno de los poco que consiguió aprobar el año pasado, pero entonces la sesión fue traumática: el PSOE y Sumar no supieron si salía adelante hasta el último segundo, tras consultar el panel de votaciones del Hemiciclo.

Un año después, sin embargo, los independentistas no se ha abstenido y han votado “no”. A este paquete, se le suma la subida de las pensiones y las ayudas por la DANA. 

En el Gobierno intentan situar la responsabilidad en el voto negativo del PP, mientras que en Génova le acusan de haber presentado un puré legislativo con muchas medidas, en vez de llevarlas al Congreso por separado.

En este contexto, el PP espera que el plan de acción que diseñan en Génova, presentando propuestas que puedan sacar con Junts o PNV, proponiendo eliminar el impuesto a las empresas energéticas o las medidas sobre vivienda, arrincone aún más al Ejecutivo y, de esa forma, empuje hacia un adelanto electoral.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i), saluda al presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras (d), durante su visita al estand de la Región de Murcia.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i), saluda al presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras (d), durante su visita al estand de la Región de Murcia.

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