Se vienen momentos de máxima tensión. El Barça no renuncia a reforzarse en este mercado de enero y va a luchar esta semana para intentar hacer hueco salarial que permita la incorporación de un atacante. El elegido es Marcus Rashford y así se le ha comunicado a su entorno, aunque es bastante probable que la operación no pueda llevarse a cabo hasta las últimas horas de la ventana de fichajes. El club tiene lista la propuesta de máximos por la cesión del jugador inglés, pero no la ha presentado al Manchester United, ni lo hará si no tiene la seguridad de que puede ser inscrito. Están trabajando en ello.
La opción Rashford ha sido la única en la que se ha trabajado este mes de enero para reforzar al equipo. El futbolista se ofreció a venir y dejó claro que estaría en disposición de hacer un esfuerzo económico en el caso de que el Barça fuera a por él en este mercado. El club blaugrana tiene claras las cifras y lo que estaría dispuesto a asumir hasta final de temporada y el resto debería correr a cargo del United, que desea desmprenderse del jugador, o del bolsillo del propio futbolista.
La reunión que se mantuvo en Lisboa entre el Barça y el entorno del jugador sirvió para reafirmar el interés blaugrana por Rashford y también para dejar claro que el delantero esperaría al Barça hasta el último día de mercado. La dirección deportiva blaugrana no se comprometió a nada ya que dependerá de que se de alguna salida antes del próximo lunes, pero aseguró que iban a trabajar para hacerlo posible. Creen que el mercado se va a calentar en los próximos días y puede pasar de todo.
La situación de Rashford en el United ya es absolutamente insostenible tras las declaraciones de su entrenador, Ruben Amorim, en las que dejaba claro que no le iba a dar minutos. La relación está rota y el club inglés debe colocarle como sea en otro equipo para evitar un conflicto de grandes dimensiones dentro del vestuario. Son conscientes de que deberán ayudar en el pago de la ficha, pero están tensando la cuerda. A medida que pasen los días, su posición de fuerza irá a menos. Y el Barça lo tiene claro. La partida se juega ahora y puede pasar de todo.