El Barça de Hansi Flick es una factoría de goles. La más productiva de Europa. Ningún equipo ha marcado tantos goles en la Liga. Ni en la Champions. Ni juntando las dos competiciones.
Este equipo ha alcanzado los 101 goles en apenas 32 partidos, en apenas el mes de enero, a un ritmo difícilmente sostenible aunque necesariamente elogiable a estas alturas: son 3,15 tantos por encuentro. Basta echar un vistazo a los números de sus competidores. La comparación se convierte en el mejor mecanismo para subrayar el mérito.
El Madrid de la galaxia 3.0 ha conseguido 84 goles en los 33 partidos que ha disputado, el Bayern de Múnich 83 en 29 y el Liverpool que lidera la Champions y la Premier, 83 goles en 34 partidos.
Se apuntó siete dianas el Barça por segunda vez sin presentar su mejor equipo. Con rotaciones. Gavi y Lewandowski estaban sentados en el banquillo, Pedri lo vio desde el sofá aquejado de una gastroenteritis. Antes del Valencia, fue el Valladolid el visitante centrifugado por la maquinaria azulgrana el último día de agosto. Ya no hay nadie de vacaciones. Son los dos últimos de la tabla, todo hay que decirlo.
Partido casi perfecto
“Un partido perfecto”, reconoció Flick, y repitió Fermín, que también recurrieron a un pero para atenuar la felicidad completa. No encontró ninguno concreto el canterano, autor de dos goles y dos asistencias, y sí el entrenador.
Con el 5-0 en el descanso, reclamó a sus muchachos que no rebajaran el ritmo y que preservaran el cero de la portería para defender la controvertida decisión de alinear a Wojciech Szczesny en la Liga después de haberle utilizado en las otras tres competiciones desde que empezó el año, desalojando a Iñaki Peña.
Dos partidos a cero
En más de la mitad de partidos (18 de 32) el Barça ha marcado tres goles o más. Pero semejante exuberancia goleadora, -de nuevo se requiere el uso de la conjunción adversativa- no ha sido suficiente para que el equipo lidere las dos principales competiciones.
La irregularidad de este equipo ciclotímico en España le ha relegado de la cima que pisó en octubre. En dos partidos se quedó sin mover el cero. Del mismo modo que ha logrado sumar siete goles dos veces y cinco goles en ocho ocasiones, ha sido incapaz de marcarle uno a la Real Sociedad y uno al Leganés.
En Europa sólo pinchó en Mónaco, y se da por aceptada que aquella derrota quedó justificada por la expulsión de Eric en el minuto 10. En los otros seis partidos, ha marcado tres como mínimo a cada rival; entre ellos, por citar el más impresionante, el 4-1 al Bayern Múnich, si es que no impresionan los cinco marcados al Estrella Roja (2-5) y al Benfica (4-5) fuera de casa. El Atalanta es el miércoles el último compromiso de la liguilla.
Ni el más entusiasta de los seguidores de Flick, con Joan Laporta al frente, podía imaginar que el mismo equipo que tenía Xavi, con los becarios que él encumbró y las incorporaciones de Pau Víctor y Dani Olmo, alcanzaría semejantes cotas goleadoras.
Los sopapos al Madrid
Acompañadas de un título, sin haber perdido ninguno, y una decente tercera posición en la tabla, inquietante frente al potencial que atesora el Madrid, esperanzadora ante los sopapos que ha propinado el Barça a su máximo rival en el cara a cara: 0-4 en el Bernabéu, 2-5 en la final de la Supercopa de Arabia Saudí. Pau Víctor es suplente y Dani Olmo sólo ha participado en 18 partidos de los 32: se ha perdido ocho citas por lesión y cuatro por no estar inscrito.
Este Barça de los 101 está a seis goles de igualar los 107 de toda la temporada pasada, cuando aún faltan 15 jornadas de Liga, uno de Copa (la eliminatoria de cuartos con el Valencia el 6 de febrero) y tres de Champions como mínimo: el duelo con el Atalanta y los dos de octavos.
36 goles más
Vencedor en la comparación con los demás competidores, la progresión del equipo se observa abismal respecto a las anteriores versiones barcelonistas. El año pasado, a estas alturas, el Barça había anotado 65 goles en 32 partidos (36 goles menos) y 69 en la anterior, cuando el equipo se proclamó campeón de Liga.
Lewandowski ha celebrado el doble de goles en la Liga que en el curso anterior (de 8 a 17) y vuelve a liderar el Pichichi. Sin embargo, el salto mortal lo han dado los demás. Raphinha se está dando el atracón de su vida: ha cuadriplicado su producción de 3 a 12 tantos en la Liga, y 11 más en las otras competiciones. Lamine Yamal ha subido de uno a cinco.
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