Caminaba por la avenida de la Universidad, en Elche, sin nada mejor que hacer que golpear los espejos retrovisores de los vehículos aparcados que se encontraba a su paso. Eran las once de la noche y no debió tener nada mejor que hacer para divertir a sus amigos. Un ciudadano vio al grupo, lo que este individuo, que después se ha sabido era menor de edad, y dio aviso a la central de la Policía Local para informar de lo que estaba haciendo.

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