Caminaba por la avenida de la Universidad, en Elche, sin nada mejor que hacer que golpear los espejos retrovisores de los vehículos aparcados que se encontraba a su paso. Eran las once de la noche y no debió tener nada mejor que hacer para divertir a sus amigos. Un ciudadano vio al grupo, lo que este individuo, que después se ha sabido era menor de edad, y dio aviso a la central de la Policía Local para informar de lo que estaba haciendo.
La Jefatura Local envió a la zona a una patrulla a la que facilitó los datos físicos del joven que estaba causando los daños a los vehículos. Gracias a ello, los agentes alcanzaron a un grupo de jóvenes y uno de ellos, en esos instantes, comenzó a correr, «en un intento de eludir la actuación policial«, se explica en el atestado. Pero los agentes pudieron darle alcance a pocos metros. En estos instantes, se explica en la nota oficial facilitada desde el Ayuntamiento de Elche, «mostró una violenta reacción hacia los agentes, a quienes insultaba y amenazaba con agredirlos con los puños alzados».
Daños
A pesar de la resistencia que ofreció, finalmente, los policías locales lograron que depusiera su actitud, reconociera, dice el comunicado, «los hechos vandálicos y la rotura de los espejos retrovisores encontrados a su paso». Además, los acompañantes ratificaron a los agentes los daños. «Ante estos hechos, el joven fue detenido y trasladado a dependencias policiales para la realización de las oportunas diligencias». Al tratarse de un menor, pues tenía 17 años, sus padres fueron informados, así como la Fiscalía del Menor. Según el número de espejos, que no se facilita en el comunicado, y el valor de los mismos, tendrán una pena u otra, ahora bien, los padres tendrán que hacer frente al pago de los daños.
La Policía Local dejó en los vehículos una nota o bien avisó a sus propietarios tras leer la matrícula sobre lo ocurrido para que supieran lo que tenían que hacer a fin de ser indemnizados.