La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol (PSOE), ve necesario abandonar las «respuestas de emergencia» ante la crisis migratoria y adoptar «acciones concertadas de solidaridad compartida, promoviendo vías legales y seguras». Durante su intervención en la sesión de apertura de la reunión de presidentes de parlamentos del Sur de la Unión Europea y del Norte de África, que se celebra en Lanzarote, en el marco de la Presidencia española de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo, Armengol instó a abordar las migraciones desde un enfoque constructivo y a entender los flujos humanos «como una oportunidad de desarrollo», tanto para los países de origen, de tránsito y de destino como para los propios migrantes, la sociedad de acogida y la sociedad de origen.
Armengol recordó la salida de dos millones de españoles en los años 60, que miraban a Europa para huir de la pobreza y del aislamiento que vivía el país. «Casi la mitad migraron de forma clandestina e irregular. Muchos se fueron para unos meses y tardaron 40 años en volver», señaló. También rememoró la emigración interna, que llevó a que en 1957 se publicara el llamado ‘decreto anti jornaleros‘ que controlaba la entrada en Madrid a quien no certificara tener una vivienda. «Hace falta hacer memoria del pasado para poder hacer un análisis de la realidad actual», apuntó la presidenta del Parlamento español.
Una contribución «vital»
La mayoría de inmigración «no es irregular«, destacó Armengol, quien detalló que el 94% de los migrantes que llegaron a España en la última década lo hicieron por vías legales. «Sin las personas migrantes en España sectores como la agricultura, la construcción y la hostelería se hundirían», afirmó la presidenta del Congreso de los Diputados, quien invitó a asumir que la contribución de las personas migrantes «es vital».
El vicepresidente del Senado, Javier Maroto (PP), aseguró que la polarización en la política y el auge de los partidos populistas hace «casi imposible» alcanzar acuerdos para gestionar el fenómeno migratorio. Maroto relató que en “muchos” europeos perciben a los migrantes “con miedo” o que, incluso, “ven injusto” que con los impuestos de todos se financie la educación, la sanidad o las ayudas sociales de quienes llegan desde otros países.
Sin embargo, matizó que son percepciones «subjetivas» y, en ocasiones, basadas en «hechos ciertos o quizás en situaciones injustas que deben corregirse». Estas situaciones, apuntó Maroto, son aprovechadas por los partidos populistas que «se encargan de exagerar» o «falsear» la realidad, «especialmente a través de las redes sociales o de un uso torticero de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial», fomentando así que el «recelo de algunos ciudadanos se transforme en odio». Además, Maroto puso sobre la mesa el «enorme esfuerzo» de recursos económicos que hacen los países receptores de migrantes.
Marruecos
El objetivo de este encuentro es que los representantes parlamentarios puedan debatir sobre la situación migratoria en el Mediterráneo y en la ruta atlántica desde un enfoque «integral». En este contexto, el presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos, Rachid Talbi Alami, afirmó que la migración es un asunto «muy complejo» que afecta a muchos aspectos de la sociedad como la economía y la política pero, sobre todo, «a la dignidad humana». Talbi Alami, quien definió a Marruecos como «un país de destino y tránsito», destacó que no hay que abordar la migración solo como una «tragedia humana», sino que el «debate debe centrarse en las causas profundas y en la lucha contra las causas inmediatas como la pobreza, las desigualdades o el cambio climático».
Según el presidente de la Cámara de Representantes marroquí, su país ha adoptado un enfoque práctico y humanístico para gestionar el fenómeno migratorio. «La migración es una palanca para el acercamiento de los pueblos. Juntos podemos conseguir que la migración sea un motor de desarrollo sostenible. Por esto, queremos reforzar los vínculos con nuestros socios europeos», aseguró Talbi Alami y añadió que la gestión de la migración «no se debe centrar en la seguridad«, sino que «hay que invertir en crear oportunidades y fomentar las vías seguras».
Compromiso de la UE
Younous Omarjee, vicepresidente del Parlamento Europeo, definió la migración como «es el mayor reto de nuestra generación» y aclaró que es un fenómeno vinculado a «una revolución demográfica». Omarjee recordó que la Unión Europa logró formalizar el nuevo Pacto de Migraciones y Asilo y subrayó que, para que sea eficaz, «es vital» la cooperación con los países de origen y de tránsito. «El pacto requiere un compromiso a ambas orillas», afirmó.
Oswaldo Betancort (i), Francina Armengol y Javier Maroto, este lunes en la cumbre en Lanzarote de presidentes de los parlamentos del Sur de la UE y el Norte de África. / EP
«Debemos centrarnos en las desigualdades, la pobreza, el cambio climático, el crimen organizado, la falta de estado de derecho… No va a ser fácil, pero la UE seguirá comprometiéndose plenamente para invertir en la creación de oportunidades, en formación y en la creación de empleo», explicó Omarjee.
El vicepresidente del Parlamento Europeo lamentó que Lanzarote, al igual que otras islas europeas, se haya convertido en la escena de «una tragedia silenciosa, que se cobra vidas diariamente». «Esto debe despertar nuestras conciencias. Cada muerto es un fracaso de la comunidad internacional y un recordatorio de que los derechos humanos deben seguir ocupando un lugar central cuando abordamos la cooperación ante los flujos migratorios», concluyó.
Suscríbete para seguir leyendo
