Rafael Tomás Boix, CEO de Istobal, recuerda el tiempo que pasaba siendo niño durante las mañanas de los sábados en el pequeño taller de vehículos de l’Alcudia (Valencia) puesto en marcha su padre, Ismael Tomás Alacreu, en 1950, y donde su progenitor trabajaba reparando, engrasando y limpiando automóviles. A mediodía se marchaban a la finca familiar a comerse la tradicional paella valenciana. Aquel pequeño negocio cumple este año su 75º aniversario como líder en España en soluciones de lavado para vehículos, es segundo en el ranking de Europa y cuarto del mundo con una cifra de negocio de 174 millones de euros, 15 sociedades filiales, clientes en 80 países y algo más de un millar de empleados.
Istobal se ha salvado de las consecuencias de la riada. La devastadora dana del fatídico 29 de octubre para la provincia de Valencia inundó de agua entre 30 y 35 centímetros el cuartel general de este imperio empresarial, aunque en poco tiempo la maquinaria y las instalaciones recuperaron la normalidad. «El susto pasó pronto, aunque queda en el cuerpo», explica el CEO de la compañía al hacer balance del temporal que tanto ha alterado la actividad de empresas cercanas y de los nuevos tiempos que afronta Istobal. En los años setenta del siglo pasado presentó su primer puente de lavado automático con cepillos, y en los noventa revolucionó el sector con la serie M de puentes modulares. Este legado de innovación ha consolidado su posición como un referente mundial.
Esta multinacional valenciana con sede en Estados Unidos y delegación en China, controlada por representantes de la segunda generación (familias Tomás Alfaro y Tomás Alfonso), despertó el interés de Herrecha Inversiones, sociedad patrimonial de Hortensia Herrero. Esta mercantil de la vicepresidenta de Mercadona, desde mayo de 2022, participa en el 22% del capital social de Istobal tras la venta del paquete accionarial de las ramas familiares Tomás Puchades y Tomás Ruiz y los cambios en el equipo directivo.
La internacionalización define cada vez más el ADN de Istobal, que en 2024 ha comprado otras cuatro empresas del sector (en Francia, Alemania, Italia y Países Bajos) y durante el presente ejercicio, tal como contempla su plan estratégico, prevé la adquisición de otras tantas firmas, según explica el máximo ejecutivo de la compañía valenciana. «Tenemos puesto el foco en Francia, aunque también en Alemania e Italia. Además -explica Rafael Tomás- California y el sudeste de China, en Jiaxan (cerca de Shanghai) forman parte de un plan de expansión, que incluye países de Sudamérica como Argentina y Chile». Esta apuesta por el exterior define una estrategia permanente de Istobal desde los orígenes. A finales de los años sesenta, empezó a internacionalizarse canalizando sus primeras exportaciones a Siria y Cuba. En la actualidad, el sector exterior aglutina el 72% de sus ventas globales.
Istobal fabricará otros 2.000 trenes de lavado en 2025 tras superar la cifra de 30.000 que ya tiene en medio mundo. Este limpia coches también prevé incrementar un 5% su plantilla, sobre todo fuera de España después de las nuevas adquisiciones. «Se trata de un paso más en la estrategia del grupo, que sigue apostando por la venta directa con el objetivo de incrementar su facturación en los países en los que está presente, abrir nuevos mercados y consolidar su liderazgo internacional», comenta Rafael Tomás. Y es que, desde hace dos años, acelera su expansión en Europa con la apertura de nuevas filiales comerciales en Francia y Polonia, respondiendo a las demandas locales del mercado, «que reclama un enfoque más directo en la estrategia de la multinacional, que busca alcanzar una mayor eficiencia operativa», sostiene el CEO de Istobal. La firma controla toda la cadena de valor para ofrecer un servicio global: equipos automáticos y manuales, productos químicos, repuestos, conectividad, mantenimiento, asesoramiento en marketing y fórmulas de arrendamiento.
Innovación abierta
Otro de los factores que más ha contribuido al desarrollo de esta empresa ha sido la inversión en I+D+i. Istobal invierte el 3% de su facturación en la creación y perfeccionamiento de nuevos productos que se adapten a las nuevas necesidades del mercado. Además, a través de la Universitat Politècnica de València (UPV), desde hace siete años, impulsa proyectos de innovación y de start-ups y garantiza becas a estudiantes de nueve nacionalidades a través de la Cátedra Istobal de Innovación Abierta.
Desde esta plataforma docente lanza retos de innovación a todos los estudiantes de la UPV, donde se invita a los alumnos a participar en equipo y a aportar soluciones conceptuales sugestivas en periodos cortos de tiempo. Los conceptos más interesantes son desarrollados a lo largo del curso hasta alcanzar las fases de prototipos y pruebas. Estos retos, según los responsables de I+D+i de Istobal, «estimulan la imaginación, la creatividad y las capacidades técnicas de los estudiantes involucrados».
