Un documental del festival de Sundance, que empezó el pasado jueves y se alargará hasta el próximo domingo, ha desvelado que una de las fotografías más famosas de la guerra de Vietnam pertenece en realidad a un fotógrafo vietnamita independiente, Nguyen Thanh Nghe, y no a Nick Ut, el fotógrafo de Associated Press al que se ha atribuido la imagen durante los últimos 50 años. La imagen en cuestión es la que muestra a una niña vietnamita que huía desnuda tras ser quemada viva en un bombardeo de napalm en su aldea en 1972.
“Yo tomé la foto”, dijo Nguyen Thanh Nghe, que conectó con la proyección desde su casa en California, en una sesión de preguntas y respuestas después de la proyección de ‘The Stringer‘, del director Bao Nguyen.
Ut ganó el Premio Pulitzer y recibió elogios durante cinco décadas por la fotografía que muestra a la pequeña Phan Thi Kim Phuc, de nueve años, y sus familiares corriendo aterrorizados por las bombas de napalm del ejército de Vietnam del Sur, con su ropa y su piel quemadas. El horror que muestra la imagen contribuyó a mostrar la devastación total de la guerra para el resto de la población.
Confesión e investigación
El largometraje comienza con la confesión de Carl Robinson, exeditor de fotografía de Saigón en Associated Press durante la guerra de Vietnam, que conocía que la imagen realmente pertenecía a un fotógrafo ‘freelance’ «No quería morir antes de que saliera esta historia«, dijo, por su parte, Robinson.
El documental muestra al periodista Gary Knight y otros compañeros tratando de probar la veracidad de la confesión de Robinson. A través de familiares vietnamitas, antiguos corresponsales occidentales y expertos forenses que analizan los vídeos y las fotos de ese día consiguen finalmente demostrar que Ut, a pesar de encontrarse en el pueblo el día que fue bombardeado, no tomó la foto. De hecho, sí que fotografió a la niña, pero desde un ángulo diferente. Por su parte, Nguyen estaba allí, pero no era un fotógrafo que contara con el certificado del ejército estadounidense.
El fotógrafo jefe de Associated Press en ese momento, Horst Faas, tomó la decisión de dar crédito a Ut. “No discutí. Simplemente lo hice. No fui lo suficientemente valiente para desafiar a Faas», detalla Robinson. Por su parte, Nguyen aseguró que nunca se atrevió a plantear la cuestión de la autoría, ya que no tenía pruebas de que él hubiera tomado la foto. Su esposa destruyó la copia que le había dado la AP el día que vendió la película y pensó que nadie le creería.
Investigación más amplia
«El fotógrafo Nick Ut, que ganó el premio Pulitzer por una foto que paralizó la conciencia de Estados Unidos, no ha querido participar en el documental y aclarar lo ocurrido aquel 8 de junio de 1972. Suele pasar: las personas que hacen trampas obstaculizan la investigación«, apunta el fotoperiodista de conflictos Gervasio Sánchez en su perfil de X. «Espero que se abra una investigación más amplia que obligue al fotógrafo, a Associated Press y los protagonistas vivos a aclarar judicialmente el robo», añade el ganador del Premio Nacional de Fotografía en el año 2008.
Faas falleció y no ha podido ofrecer su versión de los hechos. Por su parte, AP se reunió extraoficialmente con los cineastas para analizar las pruebas y emitió un comunicado en el que afirmaba que la organización de noticias no veía motivos para dudar de que Ut hubiera tomado la fotografía.