Unai Hernández, durante el pasado encuentro ante el / Valentí Enrich

Hace solo unos años, el peligro llegaba desde Inglaterra. Los equipos de la Premier buscaban cualquier atajo en la normativa para intentar robar talento en La Masia ofreciendo contratos profesionales con salarios muy superiores a los que pagaba el Barça e, incluso, trabajos bien remunerados para los padres. Fue una época en la que muchos canteranos de calidad escogieron este atajo para llenarse los bolsillos antes de tiempo. Algunos llegaron a lo más alto y otros se perdieron en las canteras inglesas para, luego, deambular con más pena que gloria.

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