El Chengdu J-20 utiliza drones para mejorar su capacidad de combate, logrando una tasa de victorias del 95% en simulaciones contra el F-22 estadounidense.

El J-20 y su ventaja con drones en combates simulados

El caza furtivo chino Chengdu J-20 ha demostrado su superioridad en pruebas recientes al operar junto a enjambres de drones, lo que le ha permitido superar al F-22 Raptor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Estas pruebas, realizadas en diciembre, mostraron que el J-20 logró una tasa de victorias del 95% en escenarios de combate aéreo, gracias a la coordinación con dos o tres drones que actúan como exploradores y atacantes.

Los drones, que funcionan como activos de reconocimiento y escaramuzadores, localizan y debilitan a los objetivos con ataques multivectoriales, preparando el terreno para que el J-20, pilotado por un humano, aseste el golpe final. Esta sinergia entre cazas tripulados y no tripulados ha cambiado la dinámica de los enfrentamientos aéreos, según investigadores de la Escuela de Astronáutica de la Universidad Politécnica del Noroeste.

El caza furtivo J-20 de China parece un F-35 robado
J-20

Datos clave sobre el J-20 y su integración con drones

  • El J-20 logró una tasa de victorias del 95% en simulaciones contra el F-22.
  • Utiliza drones como exploradores y atacantes para debilitar defensas enemigas.
  • Actúa como nodo de mando, coordinando las operaciones del enjambre de drones.
  • Su diseño furtivo y aviónica avanzada le permiten operar en entornos disputados.

Tecnología y diseño del J-20: un caza de quinta generación

El Chengdu J-20, conocido como «Mighty Dragon», es el caza furtivo de quinta generación de China, diseñado para competir con aviones como el F-22 y el F-35 estadounidenses. Su diseño incluye características de sigilo, como un fuselaje angular y estabilizadores verticales inclinados, que reducen su sección transversal de radar. Además, cuenta con compartimentos internos para armas, lo que le permite mantener el sigilo mientras transporta misiles aire-aire de largo alcance como el PL-15 y el PL-21.

El J-20 está equipado con un radar de matriz activa de barrido electrónico (AESA) de la serie Tipo 1475, que proporciona capacidades de detección y seguimiento de largo alcance. También incorpora sistemas de orientación electroóptica (EOTS) y búsqueda por infrarrojos (IRST), lo que le permite operar en diversas condiciones sin depender exclusivamente del radar.

F-22

Motores y variantes del J-20

Inicialmente, el J-20 utilizaba motores rusos AL-31F, pero ha transitado a motores autóctonos como el WS-10C y, más recientemente, el WS-15, que ofrecen mayor empuje y permiten el supercrucero. Estas mejoras en propulsión han aumentado su maniobrabilidad y capacidad de combate.

El J-20 ha evolucionado en varias variantes, incluyendo el J-20A, el J-20B con toberas de vectorización de empuje, y el J-20S, la primera variante biplaza del mundo. Esta última está diseñada para misiones de guerra electrónica, control de drones y supresión de defensas aéreas, expandiendo significativamente sus capacidades operativas.

El futuro del combate aéreo: integración de sistemas tripulados y no tripulados

La integración del J-20 con drones marca un cambio significativo en las tácticas de guerra aérea. Los drones actúan como exploradores y atacantes iniciales, confundiendo y debilitando las defensas enemigas, mientras que el J-20 se enfoca en ataques decisivos. Esta estrategia refleja la visión de China de una guerra centrada en la red, donde el J-20 funciona como un nodo central en un sistema de combate distribuido.

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J-20

Además, se espera que el J-20 incorpore sistemas avanzados de guerra electrónica, como módulos de contramedidas electrónicas conformales (ECM), para bloquear radares y comunicaciones enemigas. Estas capacidades lo convierten en un activo formidable en escenarios de combate disputados.

Conclusión: el J-20 como símbolo del poder aéreo chino

El Chengdu J-20 no solo representa un avance tecnológico para China, sino también una estrategia clara para desafiar la superioridad aérea occidental. Con más de 195 unidades en servicio a mediados de 2023, el J-20 es un pilar clave en la proyección de poder regional de China, especialmente en áreas como el Mar de China Meridional y cerca de Taiwán. Sin embargo, su verdadera eficacia solo se podrá comprobar en escenarios reales de combate.

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