El programa ‘First Dates’ se ha convertido en el lugar donde muchos buscan su alma gemela, pero en algunos casos, también sirve para revivir encuentros pasados. Esto fue exactamente lo que le ocurrió a Manuel, un hombre de 53 años que había tenido una cita con Inés en un pub de Sevilla en el pasado, pero ella no parecía recordar nada. A pesar de eso, Manuel estaba decidido a darle una nueva oportunidad al destino, y lo hizo de una manera muy particular. Cuando descubrió que Inés estaba apuntada al famoso espacio de Cuatro, no dudó en llamarlos con la esperanza de volver a encontrarse con ella.
«Una vez fui a Sevilla y estuvimos en un pub, me presentaron a una chica que se llamaba Inés, muy guapa ella, solamente nos presentaron y me gustó mucho. Me dijeron que estaba apuntada a ‘First Dates’, que no tenía novio, y llamé al programa, a ver si nos podían juntar aquí para conocerla«, contó Manuel, claramente emocionado por la oportunidad que había tenido de volver a verla.
El hombre, con la esperanza de que ella lo recordara, ideó una manera bastante peculiar de acercarse a Inés en su cita. Nada más llegar al restaurante, Inés recibió dos sobres que contenían misteriosas pistas. En el primero le preguntaban sobre lo que había pensado el 24 de agosto por la noche, pero Inés, visiblemente desconcertada, no consiguió recordar nada. “No recuerdo nada ni a nadie especial”, confesó al leerlo. Al abrir el segundo sobre, encontró un mensaje diferente: “Desde ese día, no he podido olvidarme de ti y por eso quiero tener una cita contigo”. En ese instante, se giró y vio a Manuel esperándola. Sin embargo, su reacción fue sincera: “No me acuerdo”.
Manuel, por su parte, le explicó que, en su encuentro anterior, ella le había dejado una fuerte impresión: “Te vi y me gustaste mucho”. Aunque ella no parecía tener la misma memoria, la cita comenzó a fluir mientras ambos compartían sus intereses y expectativas.
A mitad de la cita, Inés comenzó a recordar vagamente el encuentro anterior y comentó que algo le sonaba de aquel día en el que se conocieron. A pesar de la falta de recuerdo inmediato de Inés, ambos coincidieron en que se sentían conectados de alguna manera. “Estaba predestinado que fuese aquí en nuestro programa”, aseguró Inés.
Al final de la cita, los dos terminaron en el reservado del restaurante, donde la conversación fluía de forma natural. Rieron, bailaron y se disfrutaron mutuamente. Antes de que se fuera el momento, Manuel expresó su deseo: “Me encantaría tener una segunda cita con Inés, es una muchacha que me ha encantado, me gusta todo de ella”. Aunque Inés mostró una ligera duda al principio, finalmente dejó claro que quería seguir conociéndolo mejor.