El Sevilla y el Espanyol empataron este sábado a un gol en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, un resultado que no deja satisfecho a ninguno, ya que el equipo andaluz sigue sin enlazar dos victorias seguidas en este campeonato y el catalán sin ganar como visitante.
El central albanés Marash Kumbulla fue el autor a los catorce minutos del 0-1 a favor del Espanyol, pero en la segunda parte el Sevilla logró el empate al cuarto de hora por mediación de otro central, el francés Loïc Badé, aunque los locales se quedaron ahí en su intento de remontada pese a su mayor dominio.
El partido reunió a dos equipos que habían ganado en la anterior jornada y que confiaban en darle continuidad a lo conseguido con otra victoria para empezar a consolidar sus objetivos, que en el caso andaluz es olvidarse de la parte baja de la tabla y en el catalán salir de los puestos de descenso.
Además, los sevillistas, tras hacer un buen juego en Gerona (1-2), esperaban ofrecer la misma imagen ante su afición, lo que no pudo hacer en su anterior comparecencia como local, cuando empataron en la prolongación un partido que perdían ante el Valencia (1-1). El Espanyol, tras ganar al Valladolid en el RCDE Stadium (2-1), necesitaba vencer fuera para reconducir su situación en la tabla, ya que llegaba al Sánchez-Pizjuán como el peor visitante de la competición con sólo un punto logrado a domicilio.
Con esos condicionantes se tardó algo mas de la cuenta en saber las intenciones de ambos conjuntos, ya que a los tres minutos se detuvo el partido al comunicar el árbitro asistente de la tribuna de preferencia que tenía molestias en un gemelo.
Esa circunstancia motivó que el juez de línea tuviera que dejar su sitio al cuarto árbitro y que el encuentro estuviera detenido cerca de cinco minutos, pero nada más reanudarse fue el extremo suizo Rubén Vargas, uno de los refuerzos sevillistas en este enero, el primero que lo intentó con intención ante el marco rival.
El Espanyol también pareció reaccionar pronto tras el inesperado parón y aprovechó un balón parado para que, en un jugada mal defendida por el conjunto local, al central albanés Maras Kumbulla le llegara un balón rebotado para poner el 0-1 antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora.
El Sevilla espabiló con fe y, después de que el lateral izquierdo visitante, Brian Oliván, tuviera que salir del campo lesionado y fuera sustituido por Carlos Romero en el minuto 19, el belga Dodi Lukébakio y el francés Loïc Badé se encontraron con los palos de la meta que defendió Joan García en clarísimas opciones para el empate.
No sacaron fruto los locales de su dominio con el paso de los minutos y el Espanyol estuvo cerca de darles otro gran susto en una jugada de Jofre Carreras, pero el meta noruego Orjan Nyland estuvo atento y abortó la ocasión del conjunto visitante, que siempre estuvo bien situado en una primera parte que se prolongó siete minutos.
En la segunda, como no podía ser de otra manera por el resultado, el equipo de Xavi García Pimienta quiso siempre el balón para llevarlo al área adversaria por los dos extremos, el derecho con un siempre protagonista Lukébakio y el izquierdo con Rubén Vargas.
Joan García, que ya había metido una gran mano en el remate de Lukébakio que acabó en el palo en la primera parte, en la segunda le metió otra al belga para evitar el empate, pero poco después el árbitro, Adrián Cordero Vega, concedió un gol a Badé, aunque tras consulta en el VAR lo anuló por falta previa.
El Sevilla no encontraba la fórmula para marcar al equipo que dirige Manolo González hasta que Badé firmó un gran disparo desde lejos para volver a poner el empate rebasado el primer cuarto de hora del segundo período.
El conjunto hispalense, sin embargo, se atascó pese a que puso más pólvora sobre el césped con la entrada del extremo nigeriano Chidera Ejuke y del joven puertorriqueño Leandro Antonetti, que debutó en el primer equipo tras ascender del filial, por lo que el 1-1 ya no se movió
