Mientras la RFEF piensa en como justifica llevarse la Supercopa femenina a Arabia Saudí, se le sigue complicando la gestión del torneo en Leganés. Tras la polémica con el VAR en la semifinal entre Barça y Atlético de Madrid ahora llega una final donde el Real Madrid ha vuelto a calentar la rivalidad. Parece la Supercopa de las excusas. A eso se ha abonado el Real Madrid para defender su no favoritismo para la final de este domingo contra el Barça (12 h, TV3 y La2).
Alberto Toril, entrenador del equipo blanco, ha salido a defender las dificultades con las que afronta su equipo la final por tener un día menos de descanso (ellas jugaron la semifinal el jueves y el Barça el miércoles). «El equipo de la otra semifinal llega más descansado. Muscularmente, te lo digo por experiencia, es muy difícil recuperar. Con la exigencia física y mental que hay en un partido como hoy, les va a costar dormir. El Barcelona elige cuándo entrena, nosotras, no. A ver, si nosotras, por alguna vez, podemos llegar en mejores condiciones que ellas. Si miráis la hemeroteca y os vais dos o tres años atrás, de todos los partidos que he vivido, el 70% o el 80% siempre jugamos en peores condiciones. Me gustaría jugar en buenas condiciones o iguales», decía el entrenador blanco en unas declaraciones que han hecho escalar la tensión.
De lo que no se pudo quejar fue del escenario. Mientras el Barça ha tenido que hacer dos viajes de ida y vuelta a Madrid de varios días, sus futbolistas y staff técnico han podido comer y dormir en sus casas gracias a la proximidad de Leganés. En Barcelona hacen oídos sordos y reina la calma y la elegancia. «No lo dice ni el Barça ni el Madrid; si la norma es así, está para cumplirse. Si a nosotros nos toca viajar, es coherente elegir el segundo turno de entrenamiento porque das más descanso», comentó Pere Romeu, que confesó que «esto únicamente ha alimentado un poco más la motivación para el partido de mañana».
«Los dos equipos tienen sus ventajas y desventajas. Jugar en Madrid les beneficia a ellas porque pueden descansar en su casa, comer en su casa, dormir en su casa… Nosotras tenemos que ir y venir a Barcelona y coger aviones. Es poner excusas. Da igual si juegas un día antes o después; el descanso al final va a ser el mismo. Hay que hablar en el partido, no antes«, sentenció Cata Coll en la rueda de prensa. «Firmaría ahora mismo jugar la Supercopa en Barcelona y no tener que desplazarnos tantas veces», ratificaba Marta Torrejón en Catalunya Ràdio.
En la que puede ser la última Supercopa que se juega en España, con la amenaza de trasladar el torneo a Arabia Saudí, el clásico inédito en la final será la guinda del pastel que decidirá quién se lleva el primer título de la temporada.