Marcus Rashford, 27 años, sigue pendiente de resolver su futuro. El extremo del Manchester United continúa buscando una salida para este mercado de invierno y entre sus prioridades está fichar por el FC Barcelona. Rúben Amorim, nuevo técnico de los ‘red devils’, no cuenta con él –el pasado jueves volvió a evidenciarlo dejándolo fuera de la convocatoria del partido de la Europa League ante el Glasgow Rangers– y la ilusión del extremo británico es vestir de azulgrana. Esta semana hubo los contactos con el Barça en Lisboa, donde Arturo Canales, agente de jugadores e intermediario en la operación con el club azulgrana, se reunió con el director deportivo azulgrana, Deco. En esa cumbre quedó claro que Rashford desea vestir de azulgrana, ni que sea solo como cedido hasta el próximo mes de junio. De hecho, consciente de la delicada situación económica del FC Barcelona, Rashford también se encargó de que su interlocutor expusiera que está dispuesto a rebajarse el sueldo con tal de poder jugar al lado de Lewandowski, Raphinha, Lamine, Pedri y compañía.
El Barça tomó nota
Con los números de la operación claros, el Barça tomó nota y sabe que para que Rashford pueda llegar antes debe generar suficiente ‘fair play’. El club azulgrana ya está en la norma 1:1, pero antes de que entre otro jugador nuevo debe haber suficiente espacio salarial para la ficha de Rashford. Ni siquiera haciendo el esfuerzo que está dispuesto a hacer el extremo inglés, el Barça podría darle de alta la ficha.
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Si no hay salidas, el club azulgrana necesitaría no solo que el jugador renunciara a parte de su sueldo, sino también que el United asumiera como mínimo la mitad de la ficha del delantero. A día de hoy, y pese a que sería un refuerzo que daría muchas soluciones en ataque al Barça dado que puede actuar en las tres posiciones (por la izquierda, de ‘9’ y por la derecha), el gran problema lo tiene el United porque Rashford no cuenta para Amorim. Por eso fue ofrecido a principios de mes, tal como desveló MD. Aunque acumula una racha mala en Old Trafford, en el Barça están convencidos de que Flick puede sacarle su mejor versión, igual que ha hecho con Raphinha esta temporada.
A día de hoy, sin que ningún jugador desee salir de la plantilla, el Barça sabe que la operación no depende de él. Si el jugador, que también cuenta con otros pretendientes (Dortmund, Besiktas o West Ham), es capaz de aguantar el tirón y el United accede a asumir buena parte de su salario, el Barça podría plantearse su fichaje el último día de mercado. De momento, y aunque sabe que no entra en los planes de Amorim, Rashford ha vuelto a la disciplina del United y ha dejado entrever que no tendría problemas en ponerse a las órdenes del técnico portugués, toda una declaración de intenciones.