Un testarazo de Cedric Bakambu rompió la racha de tres derrotas consecutivas del Real Betis y reenganchó a su equipo a la lucha por Europa ante un Mallorca que perdonó en la primera parte y sigue sin ganar en 2025 (1-0).
Con prácticamente el mismo once de la pasada jornada a excepción de Muriqi y Valjent, los bermellones salieron con una actitud opuesta a la mostrada en Castellón y jugaron de tú a tú desde el primer momento a los verdiblancos, que perdieron a Marc Bartra en el calentamiento.
La primera acción de peligro para el cuadro balear llegó con polémica. A los diez minutos de partido, un remate a portería de Samú Costa desembocó en un rechace y un forcejeo entre Natan y Darder que provocó que el mallorquín quedara tendido en el suelo ante las protestas de todos sus compañeros.
Instantes después, la afición presente en Son Moix fue la protagonista del encuentro con una pañolada al unísono dirigida a la RFEF y la directiva del club balear por la forma de gestionar los incidentes que sufrieron los seguidores desplazados a Arabia Saudí con motivo de la Supercopa de España.
El Betis tuvo problemas para dominar a través de la posesión, aunque contuvo bien las aproximaciones del Mallorca en la primera media hora gracias a la contundencia de sus dos centrales y la seguridad que mostraron Ángel Ortiz y Arribas, futbolistas del filial que suplieron las múltiples lesiones del primer equipo.
Los destellos de calidad en la parcela ofensiva los dejó un Jesús Rodríguez que confirmó las buenas sensaciones del partido frente al Deportivo Alavés y mostró su capacidad de desborde en los pocos balones que le llegaron.
Sin embargo, un pase de tiralíneas de Dani Rodríguez estuvo a punto de deshacer el empate. Dejó solo a Robert Navarro frente a Adrián y, tras un recorte, dio un pase atrás que no pudo aprovechar Darder al rematar contra un defensa.
El paso por vestuarios sirvió para que Manuel Pellegrini reorganizara a los suyos y, con la entrada de Altimira en lugar de Marc Roca, inclinaron el campo hacia la portería de un Dominik Greif prácticamente inédito en la primera parte.
El cuerpo técnico bermellón, con Arrasate desde la grada por sanción y Bittor Alkiza mandando sobre el césped, respondió con la entrada de Vedat Muriqi y Takuma Asano para refrescar la línea ofensiva y volver a ejercer la presión de los primeros minutos de partido.
Mallorca y Betis bajaron la amenaza ofensiva con el paso de los minutos y atascaron el juego en el centro del campo hasta que Dani Rodríguez tiró un desmarque para atacar la portería de Adrián y con una vaselina estuvo muy cerca de anotar el primer tanto.
A falta de 20 minutos para el final, una entrada de Omar Mascarell que impactó en una pierna de Jesús Rodríguez fue revisada por el VAR y dejó al elenco bermellón con un futbolista menos para el último tramo del encuentro.
Tras ese lance del juego, el futbolista bético tuvo que abandonar el terreno de juego muy dolorido en lugar de Pablo García, que disputaba sus primeros minutos con el primer equipo.
El choque subió de temperatura y la afición mallorquinista reclamaba tarjeta roja para Bakambu tras una acción en la que golpeó a un jugador bermellón sin el balón en juego, aunque Alberola Rojas cerró el problema con cartulina amarilla para el atacante.
Ninguno de los dos conjuntos era capaz de salir de la tónica accidentada del partido a lo largo del segundo tiempo y, en un choque con Isco, Greif dio el susto requiriendo atención médica durante varios minutos y estuvo a punto de pedir la sustitución, aunque pudo terminar el encuentro.
Cuando parecía que el partido iba a morir con el empate sin goles, un desmarque de Pablo García hacia la línea de fondo le permitió poner un centro que Bakambu remató de cabeza hacia la portería rival e inyectó una dosis de adrenalina necesaria para un Betis que no arrancó bien el año.
