Imágenes tomadas por el rover Curiosity de la NASA muestran firmas geológicas de antiguos lagos y estanques de agua líquida en Marte, que habrían estado abiertos al aire marciano y sin agua congelada. Los especialistas indican que los rastros en forma de ondas que muestran los viejos cursos de agua se formaron hace unos 3,7 mil millones de años.
Investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech), en Estados Unidos, han descubierto dos conjuntos de ondas antiguas en Marte a partir de imágenes aportadas por el rover Curiosity de la NASA: se trata de firmas geológicas de cuerpos de agua que se han secado hace mucho tiempo, pero que han conservado sus rastros en el registro de rocas. Las ondulaciones representan viejas olas en las orillas arenosas de los lechos de los lagos, creadas gracias al movimiento del agua impulsada por el viento.
Según explican los científicos en un estudio publicado en la revista Science Advances, los dos conjuntos de ondas indican la presencia en el Planeta Rojo de antiguas aguas poco profundas, que estaban abiertas al aire marciano y no cubiertas por hielo, como indicaban algunos modelos climáticos previos. Este tipo de ondulaciones es uno de los indicadores más claros que puede ser proporcionado por el registro geológico sobre la presencia de un antiguo cuerpo de agua líquida en Marte.
Un lago poco profundo
Los científicos estiman que las ondas se formaron hace unos 3,7 mil millones de años: por lo tanto, en ese momento la atmósfera y el clima marcianos deben haber sido lo suficientemente cálidos y densos como para soportar el agua líquida abierta al aire. «La forma de las ondas solo podría haberse creado bajo el agua, que estaba abierta a la atmósfera e influenciada por el viento», indicó en una nota de prensa la científica Claire Mondro, autora principal del estudio.
Al mismo tiempo, mediante simulaciones por ordenador y las características de las ondas, los investigadores determinaron el tamaño del lago que las produjo. Concluyeron que las ondas son pequeñas, con solo 6 milímetros de altura y separadas por 4 a 5 centímetros entre ellas. Estas diminutas ondas en arena fina están formadas por la acción de pequeñas olas, que indican que se habría tratado de un lago de menos de 2 metros de profundidad.
Un Marte más confortable
La formación de estas ondas coincide con un momento en la historia de Marte en el cual el planeta se estaba volviendo más seco. Sin embargo, al extender el tiempo en que estuvo presente el agua líquida en el Planeta Rojo se amplían las posibilidades de habitabilidad microbiana más adelante en la historia de Marte. Vale recordar incluso que existen teorías que sugieren que este tipo de ambientes podrían estar presentes actualmente de alguna forma en Marte, por ejemplo bajo la superficie.
Por último, es importante tener en cuenta que las ondas analizadas en este estudio fueron descubiertas en 2022 por el rover Curiosity, mientras conducía a través de la región del cráter Gale. Un conjunto de ondas, el afloramiento Prow, fue identificado en una región que en algún momento contenía dunas arrastradas por el viento.
Referencia
Wave ripples formed in ancient, ice-free lakes in Gale crater, Mars. Claire A. Mondro et al. Science Advances (2025). DOI:https://doi.org/10.1126/sciadv.adr0010