El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, mantuvo este miércoles una conversación telefónica con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, en su primera comunicación conocida con un líder extranjero desde que el lunes asumiera nuevamente el cargo, según ha informado la cadena CNN.

La agencia oficial de noticias saudí SPA también informó de la llamada y detalló que Bin Salman y Trump abordaron «formas de cooperación entre el reino saudí y EEUU para establecer la paz, la seguridad y la estabilidad en la región de Oriente Próximo, además de fortalecer la cooperación bilateral para combatir el terrorismo».

Durante la conversación, Bin Salman explicó a Trump que Arabia Saudí destinará 600.000 millones de dólares a ampliar las inversiones y el comercio con EEUU en los próximos cuatro años, según comunicó la agencia estatal saudí este jueves.

Sin embargo, no se especificó el origen de esos fondos ni si procederán de recursos públicos o privados, ni cómo se distribuirán.

Conviene recordad que Arabia Saudí fue el primer destino internacional de Trump durante su primer mandato (2017-2021).

En declaraciones a la prensa el pasado lunes, pocas horas después de asumir la Presidencia, el mandatario estadounidense manifestó que consideraría hacer de Arabia Saudí su primer destino extranjero si el reino accedía a comprar productos estadounidenses por un valor de 500.000 millones de dólares, en consonancia con las buenas relaciones que ya demostró con este país durante su primer mandato.

«Lo hice con Arabia Saudí la última vez porque aceptaron comprar 450.000 millones de dólares en productos nuestros. Les dije que lo haría, pero tenían que comprar productos estadounidenses, y aceptaron hacerlo», recordó Trump, en declaraciones recogidas por Efe.

La llamada tiene lugar en un contexto complicado en Oriente Próximo, tras la entrada en vigor el domingo de un alto el fuego entre Hamás e Israel que permitió la liberación de tres rehenes israelíes y 90 prisioneros palestinos.

El Gobierno de su predecesor, Joe Biden (2021-2025), intentó sin éxito que Israel y Arabia Saudí normalizaran sus relaciones diplomáticas antes del estallido de la guerra en Gaza, tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023.

Trump también intentó promover esa normalización durante su primer mandato, logrando en aquel momento los denominados Acuerdos de Abraham, que facilitaron la reconciliación de Israel con Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos.

Un posible entendimiento entre Israel y Arabia Saudí podría revolucionar el tablero político en Oriente Próximo, motivando a otras naciones árabes a seguir el mismo camino.

Arabia Saudí, con un peso geopolítico destacado, lideró en 1973 el embargo de petróleo contra los países que apoyaron a Israel durante la guerra del Yom Kipur y promovía la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, respaldada por la Liga Árabe.

El monarca saudí, Salman bin Abdulaziz, firme defensor de la causa palestina, también desempeña el papel de guardián de las dos mezquitas sagradas de La Meca y Medina, los lugares más importantes para el islam, seguidos por la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

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