PP y Vox han impuesto su mayoría para dar luz verde a una polémica reducción de los plenos que el Ayuntamiento de Palma celebra el último jueves de cada mes. La izquierda ha anticipado esta mañana su rechazo a lo que considera «un retroceso democrático» durante la comisión de Servicios a la Ciudadanía. En suma, a partir de febrero solo podrán intervenir las entidades ciudadanas inscritas en el RMEC y que sean declaradas de utilidad pública. Y los grupos municipales de la oposición podrán presentar menos proposiciones que ahora.

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