Sebastian D. M., el detenido por matar a tiros a su exsuegra en Torreagüera, en Murcia, fue condenado en noviembre de 2024 por maltratar a su ex, Claudia, y tenía en vigor una orden de alejamiento de esta mujer. La condena fueron trabajos comunitarios y no tenía permiso para portar armas debido a esta sentencia, dictada por conformidad.
El sujeto, cuando fue juzgado, reconoció haber atacado a Claudia “con un puño americano en la puerta de su domicilio y agarrarla del pelo, empujándola contra un coche, cuando esta trataba de defenderse”, destacan desde el TSJ.
Tras este reconocimiento de hechos por parte del acusado y, de acuerdo con la acusación del Ministerio Fiscal, se dictó sentencia de conformidad en las que se le impuso las penas de 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad, 16 meses de retirada de armas y 16 meses de orden de alejamiento de esta mujer, además de la indemnización a la perjudicada por las lesiones causadas.
Las armas que portaba el pistolero las tenía, por tanto, “de manera ilegal”, confirmó la delegada del Gobierno en Murcia, Mariola Guevara.
Claudia tenía un riesgo bajo, según el sistema VioGen. Ella denunció al hombre en enero de 2024, cuando cortó la relación. El sujeto, cuando fue juzgado, reconoció haber atacado a Claudia “con un puño americano en la puerta de su domicilio y agarrarla del pelo, empujándola contra un coche, cuando esta trataba de defenderse”, destacan desde el TSJ.
La víctima, de 78 años, recibió dos disparos
Los hechos ocurrían pasadas las ocho y media de la tarde: varias llamadas alertaban al 112 de la Región de Murcia de que un hombre había disparado varias veces contra la mujer. En concreto, la víctima recibió dos disparos, uno en la cabeza y otro en el abdomen.
Rápidamente los servicios de emergencias y efectivos de la Policía Local de Murcia acudían al local, ubicado en el número 80 de la calle Mayor de la localidad murciana, donde se encontraban con una escena en la que los globos que decoraban la barra del interior del local se mezclaban con el pánico y la tragedia.
Según el relato de los presentes, la víctima mortal, exsuegra del autor de los hechos, se habría puesto en medio para defender a su hija tras ver que el hombre llevaba al menos una pistola, de tal forma que las balas impactaron contra ella.
Los sanitarios intentaron reanimar a la víctima con maniobras de RCP. Sin embargo, tras varios minutos de esfuerzo, no pudieron salvarle la vida.
Se dio la circunstancia de que en Torreagüera hubo en tiempos otro hombre, llamado Sebastián, que era guardia civil y tenía la misma edad que el pistolero. Eso dio lugar a una confusión: algunos vecinos pensaron que el agente era quien había cometido el crimen, algo que desmienten fuentes del cuerpo y de la propia familia de la difunta.