La interfaz cerebro-ordenador puede permitir a las personas con parálisis interactuar con otros, participar en trabajos remotos y disfrutar de actividades recreativas: un implante colocado quirúrgicamente en una persona con parálisis en las cuatro extremidades proporcionó un nivel de control sin precedentes sobre un cuadricóptero virtual, solo pensando en el movimiento de los dedos para manejar los controles del videojuego.
Una nueva investigación liderada por la Universidad de Míchigan, en Estados Unidos, ha facilitado el desarrollo de una interfaz cerebro-ordenador que permite a personas con parálisis total ejecutar un juego de realidad virtual solo con el pensamiento: logran navegar con un helicóptero a través de anillos que aparecen aleatoriamente en la pantalla, demostrando un control espontáneo sin antecedentes hasta hoy para esta clase de dispositivos.
En un estudio publicado ayer en la revista Nature Medicine, los científicos explicaron que el sistema incluye un implante intracortical colocado quirúrgicamente y fue probado en un voluntario con tetraplejia, o sea parálisis en las cuatro extremidades: proporcionó un nivel de control sin precedentes sobre un cuadricóptero virtual, solo pensando en mover los dedos.
Conexión humana
Según una nota de prensa, la tecnología divide la mano en tres partes: el pulgar y dos pares de dedos (índice y medio, anillo y pequeño). Cada sector puede moverse tanto en forma vertical como horizontal. Cuando el participante piensa en mover los tres grupos, a veces simultáneamente, el helicóptero virtual responde de inmediato, movilizándose a través de una carrera de obstáculos imaginaria.
Además de facilitar la ejecución de videojuegos, una actividad que permite la sociabilización de muchas personas con parálisis, la interfaz cerebro-ordenador también podría simplificar el desarrollo de trabajos remotos. En cualquier caso, y más allá de la proeza técnica, se trata de una inmejorable oportunidad para optimizar la conexión humana entre las personas con estas patologías y el resto de la sociedad.
El desarrollo de la interfaz incluye un procedimiento quirúrgico en el que se colocan electrodos en la corteza motora del cerebro. Los electrodos están conectados a un pedestal anclado al cráneo y salen de la piel, lo que permite su conexión a un ordenador. Este esquema, aunque más invasivo, permite un mejor control y rendimiento que otros sistemas.
Retroalimentación sensorial, el avance a conseguir en el futuro
La interfaz capta las señales creadas en la corteza motora, que ocurren simplemente cuando el participante intenta mover sus dedos, y usa una red neuronal artificial para interpretar cuáles son sus intenciones al momento de controlar los dedos virtuales que se emplean en la simulación como panel de manejo. Posteriormente, se envían las señales para controlar el cuadricóptero virtual.
En una publicación de Science Media Centre España, el cientifico Eduardo Fernández, Director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, quien no participó del estudio, indicó que “esta investigación se ha realizado en un solo paciente, por lo que todavía son necesarios más estudios. Además, el flujo de información sigue siendo unidireccional (desde el cerebro al dispositivo) y no incluye retroalimentación sensorial (la información que el cerebro recibe de los dedos), lo que puede dificultar o limitar el control de interfaces más complejas”.
“En cualquier caso, el futuro es esperanzador para esta clase de dispositivos destinados a mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis. Es necesario seguir avanzando en estas líneas de investigación para crear tecnologías que permitan descifrar el lenguaje del cerebro y sean capaces de leer y modificar la actividad cerebral en tiempo real”, concluyó Fernández.
Referencia
A high-performance brain–computer interface for finger decoding and quadcopter game control in an individual with paralysis. Matthew S. Willsey et al. Nature Medicine (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41591-024-03341-8